lunes, 22 de diciembre de 2014

¡Calma!

Si usted está apunto de estallar mentalmente, silencie algunos instantes pensar.

Si el motivo es alguna molestia en su cuerpo, la intranquilidad la empeora.

Si la razón es la enfermedad en un ser querido, su descontrol es factor agravante.

Si usted sufrió perjuicios materiales, la actitud de reclamo es como bomba retardada.

Si perdió algún afecto, la queja hará de usted una persona menos simpática entre sus amigos.

Si perdió alguna oportunidad valiosa tiempo atrás, la inquietud es desperdicio de tiempo.

Si aparecen contrariedades, el acto de irritarse apartará de usted la asistencia espontánea.

Si usted cometió un error, la desesperación es puerta abierta para fallas mayores.

Si usted no alcanzó lo que deseaba, la impaciencia hará más larga la distancia entre usted y el objetivo a alcanzar.

Sea cual fuere la dificultad, conserve la calma; porque en todo problema, la serenidad es el techo del alma pidiendo el servicio como solución.

Desconozco su autor


viernes, 19 de diciembre de 2014

No empujes el río!

Tú puedes desarrollar un esquema mental de serenidad si lo deseas de verdad y lo cultivas con regularidad.

Aprende a ser moderado en los pensamientos, palabras y actuaciones. Conserva un porte natural.

Habla con voz clara, suave y calmada. Ordena tus actividades y no hagas dos cosas a la vez.

Siéntete en paz, calmado, bondadoso y comprensivo con los otros.

Sé flexible en tu relación con tus semejantes.

¡No empujes el río! Déjalo correr a su ritmo.

La vida es un proceso lento y continuo.

No por madrugar más, amanece más temprano.

Desconozco su autor

viernes, 5 de diciembre de 2014

Siéntete feliz

Te puedes sentir feliz, con simplemente experimentar felicidad en tu naturaleza. La felicidad real y duradera no llega con detrimento de los demás o por medio de oponerse ni negando la realidad. Puedes aprender a ser feliz y a no estar en conflicto con los demás o con las situaciones, a pesar de lo que esté sucediendo.

Tal vez los demás no estén de acuerdo con tu felicidad. Podrían pensar que no les respondes apropiadamente. Claramente, hay demasiado dolor, sufrimiento y miseria en el mundo, por lo tanto no es necesario agregar más. Si tu felicidad de ve mal entendida o juzgada por los demás, puedes volverla en paz, comprensión y compasión al elegir ser feliz, pese a todo.

- John Morton


lunes, 1 de diciembre de 2014

¿El Secreto de la Felicidad?

Que bueno sería que nos diesen la receta mágica para que todos nuestros males desaparecieran… ¿Te imaginarías cómo sería tu vida si no tuvieses más problemas, si todo lo que te molesta desapareciese de un día para el otro?

Lamento decirte que no tengo tal receta mágica pero sí una sugerencia que puede hacer tus días más felices.

Registra esta frase: Agradece lo que tienes.

Agradecer parece muy sencillo pero nos resulta muy complicado porque estamos inmersos en una oleada de insatisfacción muy grande en la que siempre queremos lo que no tenemos, nos falta algo para estar completos y buscamos desesperadamente la satisfacción en el afuera.

Es momento de tomarnos un momento (valga la redundancia) para hacer uninventario de todo lo bello que poseemos, todas las bendiciones que hacen quenuestra vida valga la pena y todas las cosas que no vivimos y que es mejor así!!

Si estás atravesando un momento difícil y tu Autoestima está por el suelo me dirás que tu vida es un desastre, que no tienes nada bonito y que nada sale como lo planeas. Quizá tengas algo de razón pero hoy quiero invitarte a que no pongas el foco en lo que está mal porque harás que se multiplique y que sí te centres en lo que está bien como por ejemplo que tienes vida, que tus ojos están haciendo que leas esto, que tu cuerpo funciona aunque no sepas nada de anatomía, que tienes gente que te ama, que tienes un hogar, prendas para vestir, electrodomésticos que te agilizan las tareas y una infinidad de cosas que parecen parte del paisaje cotidiano pero que si no las tuvieses notarías su ausencia.

Cuando percibimos cuan afortunados somos, porque apreciamos todo lo que nos rodea, vemos la vida de otra manera y nos damos cuenta que muchos de los “problemas” que hoy nos persiguen serán los que nos permitan crecer y evolucionar y así empezaremos a entablar una mejor relación con nosotros mismos y con nuestros seres queridos.

Así que, si quieres el secreto para sentirte feliz, empieza a agradecer que éste será el primer paso para una vida plena y llena de bendiciones!!!!

Andrea Martínez
www.imagenyautoestima.com.ar


lunes, 24 de noviembre de 2014

41 Cualidades que atraen la Abundancia

1. Honrar tu valor y tu tiempo

2. Dar y recibir libremente

3. Abrir el corazón

4. Esperar que pase lo mejor

5. Actuar desde el corazón

6. Hacer lo mejor que puedes

7. Querer que todos tengan éxito, cooperar

8. Enfocarte en cómo puedes servir a otros

9. Decirte a ti mismo por qué puedes tener éxito

10. Actuar desde la integridad

11. Ser consciente y prestar atención

12. Aplaudir el éxito de otros

13. Aceptar tus desafíos

14. Soltar las cosas fácilmente

15. Creer que nunca es demasiado tarde y poner en acción tus sueños

16. Darte permiso para ser y hacer lo que quieres

17. Creer que tu camino es importante

18. Hacer lo que amas para tu sustento

19. Desapegarte, rendirte a tu más alto bien

20. Dar para la prosperidad de otro

21. Hacer primero de las actividades cuyo propósito es el más elevado

22. Verte a ti mismo como la fuente de tu abundancia

23. Creer en la abundancia

24. Creer en ti mismo (auto-confianza) y sobre todo auto-amor

25. Poseer un intento claro y la voluntad dirigida

26. Seguir tu alegría

27. Rodearte con objetos que reflejan tu vitalidad

28. Expresar gratitud y agradecimiento

29. Confiar en tu habilidad de crear abundancia

30. Seguir tu guía interna

31. Buscar una solución en la que todos salgan ganando

32. Volverte tu propia autoridad

33. Medir la abundancia conforme al cumplimiento de tu propósito y felicidad

34. Disfrutar el proceso tanto como la meta

35. Tener acuerdos claros

36. Pensar cuán lejos has llegado

37. Hablar de abundancia

38. Recordar éxitos pasados

39. Pensar de forma expandida, ilimitada

40. Pensar cómo crearás dinero

41. Enfocarte en lo que amas y quieres 

Y no olvides que, abundancia es la experiencia en que tus necesidades se satisfacen con facilidad y tus deseos se cumplen espontáneamente, sentimos alegría, salud, felicidad y vitalidad en cada momento de nuestra vida.
"La abundancia es realidad".

Publicadas por Luis Fernando
http://luissifuentes.blogspot.com

sábado, 15 de noviembre de 2014

El perfil de una gran persona

Mantiene su modo de pensar independientemente de la opinión pública.

Es tranquilo, paciente; ni grita, ni se desespera.

Piensa con claridad, habla con inteligencia, vive con sencillez.

Es del futuro, no del pasado.

Siempre tiene tiempo.

No desprecia a ningún ser humano.

Capta la impresión de los vastos silencios de la naturaleza: el cielo, el océano, el desierto.

No siente vanidad. Como no busca alabanza, no se le puede ofender. Siempre tiene más de lo que cree que merece.

Está siempre dispuesto a aprender aun de los niños.

Trabaja por el placer del trabajo no por la recompensa material.

Vive cierto aislamiento espiritual a donde no llega ni la alabanza ni la censura. Sin embargo, su aislamiento no es frío: ama, sufre, piensa, comprende.

Lo que usted tiene, dinero o posición social, no significa nada para él.

Le importa sólo lo que usted es.

Cambia su opinión fácilmente en cuanto ve su error.

No respeta la consistencia venerada por los espíritus pequeños.

Respeta sólo la verdad.

Tiene mente de adulto y corazón de niño.

Se conoce a sí mismo tal cual es y conoce a Dios.—

¿Y tu tienes todos los ingredientes para ser una gran persona? ¿Cuáles te falta?

Desconozco su autor.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Despertarse es la espiritualidad

Despertarse es la espiritualidad, porque solo despiertos podemos entrar en la verdad y la libertad. El estar despierto es cambiar tu corazón de piedra por uno que no se cierra a la verdad. Si estás doliéndote de tu pasado es que estás dormido. El pasado está muerto y el que se duerme en el pasado está muerto, porque solo el presente es vivo si tú estás despierto en él. Si sufres, es que estás dormido. El sufrimiento no es real, sino una obra de tu mente, un producto de tu sueño. Si tienes problemas es que estás dormido. Es el yo el que crea los problemas. Hay que morir al yo para volver a nacer.

Estar despierto es aceptarlo todo, no como ley, ni como sacrificio, ni como esfuerzo, sino por iluminación. El ir contra la realidad, haciendo problemas de las cosas, es creer que tú importas, y lo cierto es que tú, como personaje individual, no importas nada. Es la vida la que importa y ella sigue su curso.

¿Qué hace falta para despertarse? Solo hace falta la capacidad de pensar algo nuevo, de ver algo nuevo y de descubrir lo desconocido. Es la capacidad de movernos fuera de los esquemas que tenemos. Tememos el riesgo de volar por nosotros mismos. Tenemos miedo a la libertad, a la soledad, preferimos ser esclavos de unos esquemas. Nos atamos voluntariamente, llenándonos de pesadas cadenas, y luego nos quejamos de no ser libres. ¿Quién te tiene que liberar si ni tú mismo eres consciente de tus cadenas?

Lo peor y más peligroso del que duerme es creer que está despierto y confundir sus sueños con la realidad. Lo primero para despertar es saber que estás durmiendo y soñando.

La realidad es que nos amamos a nosotros mismos, pero con un amor adulterado y raquítico que solo abarca el yo, el ego. Donde no hay deseo no hay miedo, nadie te puede intimidar, ni nadie te puede controlar o robar, porque, si no tienes deseos, no tienes miedo a que te quiten nada. El amor no duerme. Donde hay amor no hay deseos, y por eso no existe ningún miedo. Con los deseos vienen el miedo, la ansiedad, las tensiones y…, por descontado, la desilusión y el sufrimiento continuos. Vas de la exaltación al desespero.

¿Cuánto dura el placer de creer que has conseguido lo que deseabas? El primer sorbo de placer es un encanto, pero va precedido irremediablemente al miedo a perderlo, y cuando se apoderan de ti las dudas, llega la tristeza. El deseo marca siempre una dependencia. No hay amistad que esté tan segura como la que se mantiene libre. Porque los lazos que se basan en los deseos son muy frágiles. Solo es eterno lo que se basa en un amor libre. Los deseos te hacen siempre vulnerable.

Tú ya eres felicidad, eres la felicidad y el amor, pero no lo ves porque estás dormido. Si no quieres oír para despertar, seguirás programado, y la gente dormida y programada es la más fácil de controlar por la sociedad. Estamos programados desde niños por las conveniencias sociales, por una mal llamada educación, ideas convencionales y culturales, que tomamos como verdades cuando no lo son. El honor, el éxito y el fracaso no existen, como tampoco la belleza ni la fealdad, porque todo consiste en una manera de ver de cada cultura. La patria es el producto de la política, y la cultura es una manera de adoctrinar. Cuando eres un producto de tu cultura, te conviertes en un robot. Solo lo que nace y se decide adentro es auténtico y te hace libre. Solo lo que pasa por tu criterio y te decides a ponerlo en práctica asumiéndolo es tuyo y te hace libre.

Lo que más les preocupa a las personas programadas es tener razón. Tienen miedo a perder sus ideas en las que se apoyan, porque les da pavor el riesgo, el cambio, la novedad. En el fondo tenemos una enorme inseguridad y, para sentirnos mejor, vamos a consultar a los que creemos que saben más que nosotros, creyendo que ellos nos van a solucionar nuestros problemas. Pero los problemas, que solo existen en nuestra imaginación, solo despertando los solucionaremos. Lo más difícil es la capacidad de ver, ver simplemente con sinceridad. En cuanto llegas a ver con claridad tienes que volar; y volar es no tener nada a lo que agarrarte.

Para despertarse, el único camino es la observación, el ir observándose uno a sí mismo, sus reacciones, sus hábitos y la razón de por qué responde así. Observarse sin críticas, sin justificarnos, ni sentido de culpabilidad, ni miedo a descubrir la verdad. La pregunta más importante del mundo, base de todo acto maduro, es: ¿Yo, quién soy? Sin embargo, lo curioso del caso es que no hay respuesta, porque lo que tienes que averiguar es lo que no eres, para llegar al ser que ya eres.

Yo no soy mi cuerpo, pero tampoco soy mis pensamientos, pues ellos cambian continuamente, y yo no. Ni tampoco soy mis actitudes, ni mi forma de expresarme. Yo no puedo identificarme con lo cambiable, que abarca las formas de mi yo, pero no es mi yo. Despertarse es despertar a la realidad de que no eres el que crees ser. ¡Menudo descanso cuando lo tiras todo por la borda!. Yo soy, y el ser no cabe en ninguna imagen porque las trasciende todas. Cambia tu programación, y todo cambiará. Renuncia a tus exigencias, no seas exigente contigo mismo y comenzarás a no exigir a los demás. Sal de esa programación que te tiene prendido en el árbol del bien y del mal y comenzarás a captar la realidad sin juicios ni críticas. La conciencia del bien y del mal es lo contrario de la toma de conciencia. La toma de conciencia es la sensibilización. Si eres consciente estás despierto y sensible a todo.

La personalidad, el yo, es un impedimento para amar. El dejar que cada uno haga lo que quiera es amor. Solo en la libertad se ama. Cuando amas la vida, la realidad, con todas tus fuerzas, amas mucho más libremente a las personas. El amor y la felicidad están dentro de ti: eres tú mismo.

Nos aburrimos por la memoria, pues si olvidásemos por completo lo anterior todo nos parecería nuevo. Cuando desaparecen los recuerdos, los prejuicios y las visiones subjetivas, entonces ya surge el amor que fluye donde es. Tú no puedes tener el amor, es el amor el que te tiene a ti. La felicidad y el amor van juntos; la felicidad nunca harta cuando es de verdad felicidad. Y no harta porque existe donde no existe el yo. Solo si amas serás feliz, y solo amarás si eres feliz. Y amar es un estado que no elige a quien amar, sino que ama porque no puede hacer otra cosa, porque es amor. La felicidad es tu esencia, tu estado natural.

Anthony de Mello – Autoliberación Interior

jueves, 23 de octubre de 2014

El vuelo del alma

Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES.
Cuando las cosas andan mal como a veces sucede NO ABANDONES.
Cuando no consigas resultados, y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.
Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar NO TE CAIGAS.
Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir NO RENUNCIES.
Cuando no encuentres compañeros de lucha, NO TE APURES.

Hay manos que sostienen las tuyas!
Cree y Siente en cada minuto de tu vida, deja que tu alma " vuele libre " por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.

Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo!

INTENTA !

Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.

No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener ya resueltos todos nuestros problemas, pero podemos a cada minuto mirar con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección, y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.

Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.

Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente... no te quedes en el medio del camino porque allá... algo te espera !.

Fuente: Oasis


lunes, 20 de octubre de 2014

Como peces fuera del agua

"¡Cuántos seres humanos son como peces fuera del agua! Se sienten incómodos y extraños en el medio donde viven; entonces, cuando pueden, abandonan a su familia, se exilian a otro país, o bien viven completamente marginados de la sociedad. En realidad, la cuestión que se plantea a los humanos no es únicamente la del lugar que deben ocupar físicamente, socialmente; es necesario que no sólo su corazón y su intelecto, sino también su alma y su espíritu encuentren en este lugar las condiciones adecuadas para su desarrollo. Mientras no encuentren su lugar, son como semillas que esperan ser sembradas. Y su lugar, es una tierra fértil, la tierra espiritual donde podrán crecer. ¡Cuántos todavía se parecen a semillas almacenadas en un granero!

Cuando encontréis el lugar de vuestro corazón, de vuestro intelecto, de vuestra alma y de vuestro espíritu, habréis hallado vuestro verdadero lugar. Así pues, en cualquier lugar donde os encontréis, cualquiera que sea vuestra situación material y social, sentiréis que vuestro lugar está ahí."

Omraam Mikhaël Aïvanhov


miércoles, 15 de octubre de 2014

10 puntos para mejorar la autoestima

1. Deja de criticarte

Si te dices a ti mismo que, pase lo que pase, estás bien y vales, puedes cambiar con facilidad tu vida. Pero, si te dices que estás mal, te resultará enormemente difícil lograrlo. Tu capacidad para adaptarte y avanzar con el proceso de la vida es tu poder. Acéptate tal y como eres ahora.

2. Deja de asustarte

Muchos de nosotros nos llenamos de miedo con pensamientos aterradores, logrando con ellos hacer las situaciones peores de lo que son. Tomamos un pequeño problema y lo transformamos en un monstruo gigantesco. Deja de asustarte con tus propios pensamientos. Transforma tu pensamiento en una imagen de placer.

3. Sé amable, cariñoso y paciente contigo mismo

Sé delicado y amable contigo mismo. Ten paciencia mientras aprendes nuevas formas de pensar y cambias viejos hábitos de conducta. Trátate como si fueras alguien a quien realmente quieres. No te castigues por los errores. Si estás dispuesto a utilizarlos para aprender y crecer, entonces te servirán como un peldaño hacia la realización total en tu vida.

4. Aprende a ser cariñoso con tu mente

No te odies por tener pensamientos negativos. Puedes considerar que estos pensamientos te “construyen”, y no que te “derriban”. Ser cariñosos contigo mismo quiere decir dejar de culparte, dejar de sentirte culpable, acabar con todo castigo y con todo dolor. Utiliza la relajación, la meditación y la visualización.

5. Elógiate

La crítica deprime al espíritu; el elogio lo levanta. Reconoce tu Poder. Cuando te desprecias, desprecias al Poder que te ha creado. Elógiate todo lo que puedas. Reconoce lo que estás haciendo bien en cada pequeña cosa. Permítete aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces como si no.

6. Amarte significa apoyarte

Acude a tus amigos y permíteles que te echen una mano. En realidad, es una muestra de fortaleza pedir ayuda cuando se la necesita. En lugar de intentar hacerlo todo solo, pide ayuda. Aprende a pedir, para que los demás puedan aprender a dar.

7. Ama tus rasgos negativos.

Todos ellos forman parte de tu creación. Sea cual sea el problema que tengas, tú contribuiste a crearlo con el fin de manejar ciertas situaciones. Sean cuales fueren tus pautas negativas, puedes aprender a satisfacer esas necesidades de forma más positiva. Puedes dejar marchar con amor esos patrones negativos.

8. Cuida tu cuerpo

Considera tu cuerpo una maravillosa casa en la que vives durante un tiempo. Amas y cuidas tu casa. Así pues, vigila lo que metes dentro de tu cuerpo. Es bueno hacer ejercicio y adoptar una actitud mental positiva hacia el tipo de ejercicio que realizas. Es necesario que te perdones y dejes de introducir rabia y rencor en el cuerpo.

9. Trabaja con el espejo

Es importante trabajar con el espejo para descubrir la causa de un problema que te impide amarte. Por la mañana, te puedes mirar en el espejo y decirte: “Te amo. ¿Qué puedo hacer por ti hoy? ¿Cómo puedo hacerte feliz?”. Escucha tu voz interior y actúa en consecuencia. Mira a menudo al interior de tus ojos. Expresa tu creciente sentimiento de amor hacia ti mismo mirándote en el espejo

10. Ámate ya, ahora mismo

Si logras sentirte satisfecho contigo mismo ahora, si puedes amarte y aprobarte ahora, entonces serás capaz de disfrutar de lo bueno cuando venga. Una vez que aprendas a amarte a ti mismo, comenzarás a amar y a aceptar a los demás. No esperes a que las cosas te vayan mejor, te encuentres bien, tengas pareja o trabajo. Empieza ahora y hazlo lo mejor que puedas.

Desconozco el autor
Enviado por Laura Foletto
http://www.abrazarlavida.com.ar/


martes, 7 de octubre de 2014

El Gallo

Aunque nadie olvidaba sus obligaciones, la vida en el pajar era muy divertida. Vivían en él doce gallinas con sus polluelos y una pareja de ratones con sus crías. ¡Se la pasaban tan bien! Las gallinas conversaban en voz alta, los polluelos corrían de un lado al otro y los ratones desordenaban los montones de heno. Todos entraban y salían a su gusto.

El dueño de la granja era un hombre de buen carácter pero no aguantaba tanto escándalo. Además, siempre se le hacía tarde para levantarse. Para resolver los dos problemas decidió comprar un gallo. Cuando éste llegó al corral todos pensaron que con él podrían divertirse aún más. Pronto se desilusionaron:
—No perdamos el tiempo —dijo el gallo. ¡A trabajar!
Exigió a las gallinas guardar silencio. Les prohibió a los polluelos salir a jugar y expulsó a los ratones.

—¡Déjalos seguir viviendo acá! —pidieron las gallinas.
—No. Y yo soy el que manda aquí.

El corral se volvió un lugar triste. No se permitían visitas, charlas o juegos. Todos se despertaban de madrugada. El orgulloso gallo salía a eso de las cuatro, se encaramaba en un palo y desde allí cacareaba “Quiquiriquí, quiquiriquí” hasta ponerles las plumas de punta. Poco a poco fue creciendo el disgusto.
—Es un tirano —comentaban en voz baja las gallinas.

Aprovechando un agujero en la esquina del pajar, se pusieron de acuerdo con los ratones. Cada quien dio su opinión y tramaron un plan. Una noche, cuando el gallo dormía, uno de los ratones untó con goma el palo donde se subía a cantar.

Como todas las madrugadas, el gallo se trepó: “Quiquiriquí, Quiquiriquí”, Pero al querer bajar no pudo mover las patas: las tenía pegadas.

Los habitantes del pajar reanudaron su vida de antes. El gallo pasó varios días a la intemperie, pegado a la percha, hasta que una noche les preguntó:
—¿Para qué me hicieron esto?
—Para que veas lo desagradable que es que alguien te imponga su voluntad —respondieron.

Tras pensarlo, el gallo les pidió perdón. Entre todos lo ayudaron a bajar de la percha y desde entonces nadie da órdenes en el pajar: los habitantes (incluyendo al gallo) se ponen de acuerdo para trabajar —y divertirse— juntos.

Fábula popular.


lunes, 6 de octubre de 2014

El Cambio de Estrategia

Dejo una historia acerca del cruce de caminos de dos personas y de cómo el cambio de estrategia en un momento dado puede generar una nueva situación completamente diferente a la habitual, que no por cotidiana deja de ser importante, y mejorarla, poniendo un poco de imaginación y corazón.


Había un ciego sentado en un andén en una de las estaciones de París, con una gorra a sus pies y un pedazo de madera escrito con tiza banca que rezaba: "Por favor, ayúdeme, soy ciego".

Un publicista del área creativa pasó a su lado y paró; en la gorra vio unas pocas monedas y sin pensarlo demasiado ni decir nada, cogió el letrero, lo volteó, tomó la tiza, escribió otro anuncio y volvió a colocar la madera a los pies del ciego. Acto seguido siguió su camino.

Al caer la tarde, el publicista volvió a pasar al lado del ciego que pedía limosna. Ahora, su gorra estaba llena de monedas y de notas. El ciego reconoció las pisadas del hombre y le preguntó si había sido él quien reescribió el letrero, queriendo saber también qué era lo que había escrito.

El publicista respondió: "nada que no esté de acuerdo con su anterior mensaje, pero con otras palabras" y sonriendo siguió caminando.

El ciego descubriría pasado un tiempo que el nuevo mensaje decía: "Hoy es primavera en París y yo no puedo verlo".


En muchas ocasiones no damos ninguna importancia al modo en el que hacemos o decimos las cosas y nos centramos exclusivamente en el resultado. Y ese resultado no nos gusta, no nos es satisfactorio.

Y...por qué no cambiar el modo en el que hacemos las cosas? La estrategia, si así quieres llamarlo. Quizá no seamos responsables de la situación o el momento que estamos atravesando, pero sí somos responsables de los resultados.

Podemos cambiar la manera en que tratamos a esa persona, para que la relación no sea tan tensa, podemos cambiar la manera de trabajar para que cada día tenga una novedad, podemos cambiar nuestra actitud cuando llegan tiempos difíciles, para que no estemos supeditados a ellos.


Claro que podemos, es cuestión de proponérselo.

Fuente: Motivalia

Máxima Eficacia.

"Máxima eficacia" es el título de un libro de Brian Tracy que en sus páginas nos da ciertas pautas para lograr desde un punto de vista tanto personal como profesional nuestra mayor eficacia y cómo potenciar nuestras capacidades.

Es habitual el realizarnos en ocasiones preguntas como:

  • "¿en realidad voy a ser capaz de hacer eso?"
  • "¿a quién le importa lo que haga?"
  • "y si fracaso?"
  • "no podré lograrlo..."
Nos dejamos amedrentar por nuestras propias inseguridades y miedos, nos dejamos llevar por paradigmas y preconceptos que la mayoría de las veces están muy alejados de la realidad y el resultado es que nos limitamos tanto como personas como profesionales.


En la introducción del libro aparecen 4 puntos muy sencillos que quizá nos hagan reflexionar y que pueden marcar esa diferencia que estamos buscando:
  1. Puedes dedicarte más a ciertas cosas: dedicarte, dedicar tu tiempo a las cosas que más te importan, que más te satisfacen, enriquecen y recompensan.
  2. Puedes dedicarte menos a ciertas cosas: decidir, por propia voluntad, dedicarte menos o dejar actividades o conductas que no te ayudan tanto como otras que pueden perjudicarte en alcanzar tus logros personales.
  3. Puedes empezar a hacer cosas que hoy no haces. Elegir otras cosas, aprender nuevas habilidades, empezar nuevos proyectos o actividades o cambiar por completo la manera de enfocar tu trabajo o vida personal.
  4. Puedes dejar de hacer algunas cosas. Tomar distancia y evaluar tu vida con nuevos ojos. Tal vez entonces decidas no continuar con actividades y conductas que ya no son coherentes con lo que quieres ni con hacia dónde quieres ir.
Como responsables de nuestra vida debemos tomar ciertas decisiones nada fáciles y cambiar conductas o hábitos que nos están limitando, anulan en cierta manera nuestras capacidades.

El hacer el esfuerzo de tomar distancia y estudiar nuestras conductas, habilidades, sueños, es un ejercicio complicado, pero debemos 
planteárnoslo para lograr un cambio efectivo en nuestra vida.

Necesitamos el deseo de cambiar, la decisión de actuar, mucha voluntad y practicar nuevos hábitos, pero esto es algo que está a nuestro alcance: seamos valientes y afrontemos nuestros retos.

Fuente: Motivalia

viernes, 3 de octubre de 2014

El ángel vendedor

Un joven soñó que entraba a un supermercado recién inaugurado y, para su sorpresa, descubrió que un ángel se encontraba detrás del mostrador.

- ¿Qué vendes aquí? - le preguntó

- Todo lo que tu corazón desee -respondió el ángel.

Sin atreverse a creer lo que estaba oyendo, el joven emocionado se decidió a pedir lo mejor que un humano podría desear:

- Quiero tener amor, felicidad, sabiduría, paz de espíritu y ausencia de todo temor. Deseo que en el mundo se acaben las guerras, el terrorismo, el narcotráfico, las injusticias sociales, la corrupción y las violaciones a los derechos humanos. Cuando el joven terminó de hablar, el ángel le dijo:

-Amigo, creo que no me has entendido. Aquí no vendemos frutos; solamente vendemos semillas.


Desconozco a su autor

miércoles, 1 de octubre de 2014

La humildad

La humildad parte del conocimiento de que no existen personas más importantes que otras, de que en el Universo todos cumplen una función.

La lluvia sirve, el viento sirve, el agua sirve, los seres humanos servimos… Todo cumple una función, y no cabe discusiones sobre si unas funciones son mejores que otras, pues todas son igualmente útiles.

Humildad no es sentirse inferior a nadie, ni creer que existe alguien mejor que tú. Procede de un sentimiento de paz interior; por ello, la humildad es el principio básico de una vida equilibrada.

Frederic Solergibert

"Quien tiene fe en el futuro, tiene fuerza en el presente"

"Quien tiene fe en el futuro, tiene fuerza en el presente"

Esta frase ha añadido tanta energía y seguridad en momentos claves en mi vida que jamás podré olvidarla. La vida tiene altibajos, incluso situaciones difíciles y duras en las que no sale nada, y cualquier cosa que hagamos acaba en desastre, sin embargo si nuestra fe en que lo que estamos haciendo es correcto, nuestra firme creencia en que antes o después todo acabará saliendo bien, puede darnos una energía que nos saque de esa situación momentánea y mantenernos motivados aun a pesar de que toda vaya rematadamente mal.

Al tener fe en lo que vendrá, pero fe real, no estoy hablando de esperanza de que todo mejore, sino de convencimiento firme de que más allá de lo que hoy ocurra hay un tiempo futuro en el que el éxito ha llegado y nos hemos convertido en verdaderos triunfadores, pues esa fe, nos pone las baterías interiores al 100% sin posibilidad de descarga pase lo que pase.

Hay que decidir lo que hacemos en la vida, pero una vez hecha esta decisión hay que mantener la fe completa en que estamos en el camino correcto y que nada va interponerse en nuestro camino hasta llegar al éxito, y que conocedores de que el camino no será fácil, esas dificultades sólo nos confirman que vamos en la dirección correcta y que pronto podremos reírnos de todas ellas desde la cima de nuestro triunfo mirando la colina que hemos recorrido para llegar hasta allí.

Fuente: Motivalia

martes, 30 de septiembre de 2014

La Suerte

Hace algunos años oí una frase que me hizo reflexionar sobremanera, el orador dio una definición que rompió mis paradigmas: "Suerte es el cruce de caminos entre la preparación y la oportunidad".

¡¡¡Que curioso!!! Para definir algo que se supone que es aleatorio, utilizaba un vocablo que nada tiene que ver con el azar: la preparación.

Aquella frase cambió mi forma de concebir "la suerte" ya que encierra una verdad realmente contundente y al mismo tiempo muy muy simple. La vida nos ofrece a lo largo de los años muchas oportunidades, pero para muy pocas estamos suficientemente preparados para aprovecharlas y pasan delante de nosotros sin apenas verlas, y por eso les atribuimos la palabra "suerte" a aquellos que estuvieron preparados cuando la oportunidad se cruzo en sus vidas y la aprovecharon. Quizás estuvodelante nuestro con anterioridad y ni nos llegamos a enterar.

La vida pasa, los años se suceden de forma vertiginosa y el mundo evoluciona teniéndonos inmersos en una espiral de cambio continuo. Y es en esos momentos de cambio, cuando más oportunidades surgen, pero son muy pocos los que están preparados para hacerlas suyas.

Voy a poner algunos ejemplos que aclaren mejor mi explicación: Nos enteramos que una gran empresa necesita un nuevo directivo con estudios de marketing y está dispuesta a pagarle un gran sueldo además de unas inmejorables condiciones, pero nosotros no tenemos esos estudios ¿hemos tenido mala suerte? Lo normal es decir que si, que tuvimos mala suerte. No, ha sido una oportunidad que otro aprovechara por haberse preparado a tiempo.

Otro ejemplo: Nos enteramos que por necesidades de una urgencia familiar venden una casa de lujo por menos de la mitad de su valor ya que necesitan el dinero con mucha rapidez y está dispuestos a perder dinero pero con el fin de tener la liquidez suficiente para resolver su problema, pero nuestros ahorros no alcanzan a esa cantidad para acceder a dicha inversión ¿diríamos que ha tenido suerte aquel que ha ahorrado durante años y tiene el dinero para comprarla? ¿O solo nos fijaríamos en que alguien ha comprado una casa a mitad de precio y tuvo suerte de encontrar ese chollo?

Hay miles de ejemplos que nos hacen comprobar que es cierto, la vida pone oportunidades en nuestros caminos y en muchas ocasiones pasarán desapercibidas sin que ni seamos capaces ni siquiera de identificarlas, sin embargo habrá otros que las verán y tendrán la suerte de aprovecharlas. Sólo quien esté preparado será quién las vea, y sólo quien las vea será quien pueda tener la suerte de hacerse con ellas.

Mientras tanto la sociedad seguirá enseñándonos que la mayoría de las cosas importantes en la vida son cuestión de suerte, pues en eso se basa principalmente la estructura social, en que seamos conformistas y nos mantengamos como una abejita más que labora el panal, pero que nunca tratará de ser reina, aunque desde hoy nosotros sabremos que la suerte no existe, la suerte la podemos crear nosotros mismos preparándonos a tiempo y con tiempo.

Hay que definir lo que uno quiere en la vida y plantearse objetivos a largo plazo, y paulatinamente irse preparando para alcanzarlos, sin desfallecer, con la mirada fija en esos sueños y alimentándonos diariamente de su energía, porque si lo hacemos, la vida se encargara de darnos las oportunidades y algún día las aprovecharemos y dirán que nosotros también tuvimos suerte.

Así que nunca olvides que los sueños sólo existen para que alguien se atreva a hacerlos realidad.

Te deseo muchos éxitos en la vida.

Antonio Domingo.
www.antoniodomingo.com

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La búsqueda del Paraíso

La experiencia del niño obsesiona durante toda su vida a la gente inteligente. La quieren repetir: la misma inocencia, el mismo asombro, la misma belleza. Ahora es un eco lejano; parece como si la hubiese visto en un sueño.

Pero toda la religión nace de la cautivadora experiencia de la infancia, del asombro, de la verdad, de la belleza y de la hermosa danza de la vida en todas las cosas. Los cantos de los pájaros, los colores del arco iris, la fragancia de las flores recuerdan al niño, que ha perdido el Paraíso, en lo más profundo de su ser.

No es una coincidencia que todas las religiones del mundo tengan en sus parábolas la idea de que una vez el hombre vivió en el Paraíso y de alguna manera, por alguna razón, fue expulsado de él. Hay diferentes historias, diferentes parábolas, pero significando una verdad sencilla: estas historias son sólo un modo poético de decir que todo hombre nace en el Paraíso y después lo pierde. Los retrasados, los poco inteligentes, lo olvidan por completo.

Pero las personas inteligentes, sensibles, creativas, siguen estando obsesionadas por el Paraíso que una vez conocieron y que ahora permanece en ellas como una tenue memoria, difícil de creer. Empiezan a buscarlo de nuevo.

La búsqueda del Paraíso es nuevamente la búsqueda de tu infancia. Por supuesto, tu cuerpo no será ya el de un niño, pero tu conciencia puede ser tan pura como la de un niño. Este es el secreto del camino místico: hacerte de nuevo un niño inocente, sin contaminar por los conocimientos, sin saber nada, todavía consciente de todo lo que te rodea, con un profundo asombro y sentido del misterio que no puede ser desmitificado.

Fragmentos de El Libro de los Niños de Osho


martes, 23 de septiembre de 2014

El puerto salvador

Un barco que está en emergencia pone rumbo hacia un puerto salvador. Una vez arribado el peligro ha pasado. En él vuelve la calma. Su tripulación puede nuevamente sentir suelo firme bajo sus pies. Del mismo modo en nuestra vida, cuando nos hemos alejado mucho del suelo seguro, buscamos el lugar y las personas que nos acojan para con ellos volver a sentirnos en casa y seguros. Con ellos reencontramos la calma. Con ellos arribamos y volvemos a casa. Ellos son nuestro puerto salvador.

Entretanto ustedes ya se han dado cuenta a que puerto salvador me estoy refiriendo. En nuestra vida el lugar más seguro para nosotros fue y es nuestra familia. Cuando en ella hemos crecido lo suficiente y nos sentimos capaces de abandonarla ¿qué hacemos? Buscamos una nueva familia, buscamos una familia propia que fundamos junto a nuestra pareja. O buscamos un sustituto para nuestra familia de origen, otro contacto o una comunidad en la cual de una manera similar a nuestra familia original nos sintamos protegidos y aceptados. Un ejemplo puede ser una comunidad religiosa o un grupo al cual nos comprometemos a servir por muchos años. Por ejemplo, una compañía o también un barco. Del mismo modo que experimentamos a nuestra familia experimentamos al pueblo al que pertenecemos. Es decir nuestra comunidad, también nuestra religión, en la cual fuimos acogidos después de nuestro nacimiento. Por ejemplo, a través del bautismo. También allí encontramos refugio cuando nos sentimos en peligro.

¿Qué significa nuestra familia para nosotros?

En nuestra familia vinimos al mundo. Ella es la base creativa en la cual nosotros divisamos la luz del mundo. En ella fuimos cuidados durante largos años. En ella crecimos hasta llegar a ser independientes. En ella nos volvimos capaces de fundar nuestra propia familia para asimismo traspasar la vida y preparar a la próxima generación para que también ella forme una familia – un nuevo puerto salvador.

Bert Hellinger



miércoles, 3 de septiembre de 2014

Y es : ¡El amor!...

Cerca de un arroyo de aguas frescas, había un pequeño bosque. Los árboles eran muy variados. Todos gastaban las energías en ser más altos y grandes, con muchas flores y perfumes, pero quedaban débiles y tenían poca fuerza para echar raíz. En cambio un laurel dijo: "Yo, mejor voy a invertir mi savia en tener una buena raíz: así creceré y podré dar mis hojas a todos los que me necesiten".

Los otros árboles estaban muy orgullosos de ser bellos; ¡en ningún lado había tantos colores y perfumes! Y no dejaban de admirarse y de hablar de los encantos de unos y otros, y así, todo el tiempo, mirándose y riéndose de los demás.

El laurel sufría a cada instante esas burlas. Se reían de él, presumiendo sus flores y perfumes, meneando el abundante follaje.

-"¡Laurel!...(le decían) ¿para qué quieres tanta raíz? Mira, a nosotros todos nos alaban porque tenemos poca raíz y mucha belleza. ¡Deja de pensar en los demás! ¡Preocúpate sólo de ti!"

Pero el laurel estaba convencido de lo contrario; deseaba amar a los demás y por eso tenía raíces fuertes.

Un buen día, vino una gran tormenta, y sacudió, sopló y resopló sobre el bosque. Los árboles más grandes, que tenían un ramaje inmenso, se vieron tan fuertemente golpeados, que por más que gritaban no pudieron evitar que el viento los volteara.

En cambio el pequeño laurel, como tenía pocas ramas y mucha raíz, apenas si perdió unas cuantas hojas.

Entonces todos comprendieron que lo que nos mantiene firmes en los momentos difíciles, no son las apariencias, sino lo que está oculto en las raíces, dentro de tu corazón... allí... en tu alma...Y es : ¡EL AMOR!...

Desconozco a su autor

lunes, 1 de septiembre de 2014

La gente que me gusta...

"...Primero que todo me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y lo hace en menos tiempo del esperado.

...Me gusta la gente con capacidad de medir las consecuencias de sus actuaciones. La gente que no deja las soluciones al azar.

...Me gusta la gente estricta con su gente y consigo misma, pero que no pierde de vista que somos humanos y que nos podemos equivocar.

...Me gusta la gente que piensa que el trabajo en equipo, entre amigos, produce más que los caóticos esfuerzos individuales.

...Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría.

...Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos serenos y razonados a las decisiones de su jefe.

...Me gusta la gente de criterio y la que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.

...Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente: A éstos los llamo mis amigos.

...Me gusta la gente fiel y persistente que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideales se trata.

...Me gusta la gente que trabaja por resultados..."

viernes, 29 de agosto de 2014

Cómo las águilas

Aún al borde de su propia muerte el águila extiende ampliamente sus alas agigantando su figura. Cuando alguien con sus pies firmes en la tierra vea desde su poco más de metro y medio de altura, a un águila volando directamente hacia un temible frente de tormenta podría pensar en la "tonta" decisión del animal que no huye del fenómeno. Sin embargo desde la altura del águila la realidad es muy distinta. El águila sabe que frente a la tormenta, lo mejor que puede hacer es no volar dejándose perseguir continuamente por las grises nubes. Muy por el contrario se dirigirá de frente a ella, desplegará sus alas tan grandes como le sea posible con lo que el tempestuoso viento la empujará hacia arriba hasta que, luego de soportar durante un centenar de metros la oscuridad de la nube, por fin verá el sol y habrá dejado la temible tormenta a sus pies...

De esta forma, cuando nos vemos circundado por un problema, lejos de tratar de huir temporalmente –en cuyo caso seremos constantemente perseguidos por él- podemos elegir desplegar nuestras alas... tomar conciencia de la grandeza de nuestra vida... de lo que verdaderamente somos... de nuestras reales capacidades... de aquello que está en nosotros mismos... Cuanto mayor sea el problema, más grande mostraremos nuestras alas, nuestra figura... y enfrentando la circunstancia podremos soportar el tempestuoso momento convencidos de que el sol nos espera arriba...

Más aún... cuando el águila afronta el momento culminante de su vida, cuando avizora el momento del final de su existencia, lejos de amedrentarse, de recluirse, de cerrarse en si misma, realiza el mayor de los esfuerzos de toda su vida en desplegar sus alas hasta que la sombra que produzca sea la mayor jamás vista. Así se eleva hasta las mayores de las alturas donde encontrará el lugar que ella misma elige para su muerte. La última imagen que puedas tener de un águila siempre será la de la majestuosidad de su figura con sus alas extendidas. Si lo hace un maravilloso pero simple animal como el águila... ¿no será posible que esta sea la actitud en nuestras vidas?

Desconozco a su autor

viernes, 22 de agosto de 2014

El banquero y el pescador

Un banquero y experto en inversiones, estaba en el muelle de un pequeño pueblo caribeño, cuando llegó un pescador en su bote.
Dentro del bote había varios atunes amarillos bastante grandes y el banquero elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó:
-¿Cuánto tiempo le tomo pescarlos?
-Muy poco tiempo, respondió el pescador.
-¿Porqué no se quedó más tiempo pescando, podría haber traído mas peces? Preguntó el banquero.
-Si, seguramente, pero esto es suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de mi familia, dijo el pescador
-Pero permíteme que te pregunte, dijo el banquero ¿qué haces con el resto de tu tiempo?,
-Después de pescar, descanso un poco, juego con mis hijos, duermo la siesta, luego acompaño a mi esposa hacer las compras y por las noches me reúno con los amigos para pasar un buen rato conversando. Llevo una vida tranquila y despreocupada, dijo el pescador.
-Mira, yo soy un especialista en marketing y asesor de grandes empresas y podría ayudarte a desarrollar un negocio. Lo que tendrías que hacer, es dedicar más tiempo a la pesca y con los ingresos podrías comprar un bote más grande. Al tener un bote más grande puedes pescar mucho más que ahora, de manera que duplicarías las ganancias. Con el tiempo podrías comprar varios botes y tener empleados que pesquen para ti.
El siguiente paso es que en lugar de vender el pescado a un intermediario, lo podrías vender directamente a la empresa que distribuye el pescado una vez envasado y empaquetado y con el tiempo podrías tener la distribución para la provincia o el país entero.
Claro cuando eso ocurra, tendrías que dejar este pequeño pueblo para instalarte en la gran ciudad, desde donde manejarías tu empresa, sin tener que salir a pescar.
-¿Pero, cuánto tiempo hace falta para que ocurra todo eso? Preguntó el pescador.
-Entre diez y quince años, dijo el banquero.
-¿Y luego qué? Dijo el pescador.
-Después se puede anunciar una IPO (Oferta Inicial de Acciones) y vender las acciones de tu empresa al público. Te harás millonario.
-¿Y luego qué? Le preguntó sonriendo al banquero.
-Luego te puedes retirar. Te compras una casita en un pueblecito de la costa, donde puedes descansar, dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, ir con tu esposa de compras y reunirte con tus amigos y familiares para pasarlo bien. Dijo el banquero.
-¿Acaso no es eso lo que ya tengo?

Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos mal por aquello que no tenemos.

"Si lloras por haber perdido el Sol, tus lágrimas no te dejarán ver las estrellas"

Desconozco a su autor

miércoles, 20 de agosto de 2014

El poder y sentimiento en nuestras palabras

Una palabra irresponsable:
puede encender discordias y fuegos difíciles de apagar…

Una palabra cruel:
puede arruinar y derribar todo lo que se había edificado en una vida…

Una palabra de resentimiento:
puede matar a un apersona como si le claváramos un cuchillo en el corazón…

Una palabra brutal:
puede herir y hasta destruir la autoestima y la dignidad de una persona…

Una palabra amable:
puede suavizar las cosas y modificar la actitud de otros…

Una palabra alegre:
puede cambiar totalmente la fragancia y los colores de nuestro día…

Una palabra oportuna:
puede aliviar la carga y traer luz a nuestra vida…

Una palabra de amor:
puede sanar el corazón herido…

Porque las palabras tienen vida.

Son capaces de bendecir o maldecir,
de edificar o derribar,
de animar o abatir,
de transmitir vida o muerte,
de perdonar o condenarde,
empujar al éxito o al fracaso,
de aceptar o rechazar…

¿Cómo hablamos a los demás?

¿Qué les transmiten nuestras palabras?

¿Qué me digo a mí mismo?

¿Hacia dónde me conduce mi dialogo interno?

Desconozco a su autor

Sólo es Feliz quien se Permite ser feliz

Ser Feliz es, en gran medida, una elección personal.

Y Ser Feliz es una responsabilidad que hay que asumir dedicándole atención plena y prioridad preferente.

No somos más felices porque no sabemos con qué o con cuánto es suficiente para ser feliz.

En más de una ocasión hemos sentido la sensación de plenitud de felicidad con un encuentro, una sonrisa, o una llamada… sin más.

Todos hemos visto personas que, aun no teniendo posesiones, y viviendo en unas condiciones duras, son felices.

Todos hemos asistido a una conversación en que uno acaba diciendo, más o menos, “se puede ser feliz con cualquier cosita…”

La infelicidad se basa, en gran medida, en las inconscientes preocupaciones que todos tenemos.

Sabemos, y le estamos dando vueltas continuamente aunque no nos demos cuenta, que un hijo tiene un problema, que en la casa hay que hacer una reparación, que notamos distante a una amiga, que nos vamos haciendo mayores, que nos falta nuestra amada madre… y eso espanta a la felicidad.

Nos gustaría tenerlo todo y que todo fuera perfecto a nuestro alrededor.

Gastamos demasiada energía, demasiada atención, y demasiado tiempo, en añorar lo que ya no tenemos, lo que no se ha cumplido, lo imposible…

Y ese tiempo que dedicamos a ello podríamos invertirlo mejor en estar presentes en el presente, en disfrutar lo que somos y lo que tenemos a nuestro alcance

La felicidad se manifiesta en los momentos en que nuestra mente no está divagando en sus pre-ocupaciones, en que estamos en contacto solamente con nuestro centro, y cuando no estamos distraídos con otras cosas.

Decimos en muchas ocasiones, de esos que saben ser felices a menudo, que son “unos irresponsables”.

¿Será que es bueno ser “un irresponsable”?

¿Será que a veces nos estancamos en el papel que nosotros llamamos “responsable” y no nos damos permiso para disfrutar la felicidad?

¿Será que a medida que nos vamos haciendo mayores creemos que tenemos que ser serios?

Creo que sólo se es feliz cuando se usa el corazón.

La felicidad no es un asunto de la razón.

Piensa en los momentos en que te hayas sentido absolutamente feliz, y verás que tienen cosas en común: No estabas pendiente de otra cosa más que de aquello que activó tu felicidad, y lo que te produjo felicidad no era algo material.

Comprar un coche nuevo o una nueva casa, un ascenso en el trabajo, gastar dinero, una buena comida en un buen restaurante… eso te produce satisfacción, entusiasmo, placer, euforia, contento, una especie de alegría… y todo eso está muy bien, pero eso no es la felicidad: eso son momentos puntuales en el tiempo que van desapareciendo.

La suma de alegrías, risas, sonrisas, satisfacción, diversión, buen humor, placer… aun no siendo la auténtica felicidad –porque son efímeras- sí que provocan una “sensación” de felicidad, una “sensación” que se parece bastante a la felicidad –que es menos aparatosa, y es más discreta y prudente-; la parte buena es que predisponen en buena medida a ser feliz porque provocan un optimismo que alienta a relacionarse bien con la felicidad.

Ser feliz no es estar alegre, eso ya lo sabemos, si bien estar alegre puede ser una manifestación de ser feliz.

Ser feliz se puede manifestar como una serenidad que no requiere demostraciones externas –aunque se aprecia en la mirada, en la sonrisa y en el aura-.

La felicidad no es eufórica, es casi invisible, porque es un sentimiento interior que se parece más a la paz que a cualquier otra cosa.

Es una satisfacción íntima con uno mismo, resultado de una aceptación de Sí Mismo, y de su pasado y su presente.

Cualquier oposición a la aceptación total impide la manifestación de la felicidad.

Y esa aceptación necesita una comprensión de todo lo que haya hecho uno en el pasado: lo que se pueda calificar como “malo” y lo que haya estado bien. Comprensión de que uno actuó del modo que consideró adecuado o del modo que le permitieron sus capacidades o circunstancias de entonces. Y he escrito “comprensión”, y no “perdón”. Porque no hay nada que perdonar ni auto-perdonarse. Eso sólo mostraría una especie de superioridad y prepotencia del que perdona hoy al que fue ayer.

Ser feliz se basa, básicamente, en encontrarse bien de Autoestima, en tener una buena relación con Uno Mismo, en saber apreciar la vida y sus cosas, en saber renunciar a lo imposible y no obsesionarse con la consecución de utopías, en comprender que no se puede tener todo ni ser el mejor, en saber aceptar y saber renunciar, en darse cuenta de que lo que verdaderamente vale y es importante es cultivar la relación consigo mismo, y admitirse sin condiciones en lo que uno llama equivocadamente sus “imperfecciones” y sus “fracasos”.

Sólo serás feliz si realmente te propones ser feliz y eliminas tus propias oposiciones.

Permítete ser feliz… y serás feliz.

Francisco de Sales, es el creador de la web www.buscandome.es, para personas interesadas en la psicología, la espiritualidad, la vida mejorable, el Autoconocimiento y el Crecimiento Personal

martes, 19 de agosto de 2014

¡Júzgame… si puedes!, Tú y yo somos jueces

Tú y yo somos jueces. Nos pasamos la mayor parte del día decidiendo acerca de las personas que nos encontramos: su aspecto, su manera de comportarse, de expresarse…incluso nos atrevemos a juzgar su ideología y opiniones.

En cada juicio que haces sobre otra persona hay un juicio escondido sobre ti mism@. Continuamente juzgas bueno o malo el comportamiento del otro, juzgas acertada o equivocada su manera de pensar… Cuando lo que realmente sucede es que ambas posturas son igualmente ciertas…o igualmente falsas. Mientras pienses que estás en posesión de la verdad y que tú tienes la razón, estarás creando separación, desigualdad y estarás sentando las bases para que el sufrimiento se instale en tu vida…y tal vez también en la de quien te escuche.

La única verdad es que tanto tu manera de ver la realidad como la de la persona a quien estás poniendo en tela de juicio son igualmente acertadas (o igualmente erradas). Ambos estáis viendo el mismo toro sólo que mientras uno lo ve desde el frente, agresivo, con cuernos y mirada desafiante, otro lo ve desde detrás, lento, pesado y torpe. No puede el que lo ve de frente ni imaginar que sea tan torpe y pesado como le dice el que lo está viendo desde la retaguardia, pues lo está viendo de frente como una amenaza para su vida, con su mirada fija y sus cuernos aguzados. NO, no puede aceptar que le digan que parece un animal pesado, de movimientos torpes debido a su voluminosidad y su peso. Igualmente no acepta el que lo ve desde un ángulo retrospectivo que sea un animal peligroso, pues lo que ve de él son sus anchos traseros, sus formas redondeadas y su cola espantando las moscas. Tiene (aparentemente) todos los datos que necesita para decir que es un animal tranquilo y manso. Sólo en el transcurso de los acontecimientos se comprobará si uno u otro tenía razón…o si ambos la tenían (o ninguno).

De igual manera cuando opinas algo acerca de una persona o acontecimiento te crees que tus razonamientos y tu lógica de pensamiento son tan universales y plenamente correctas que para todo el mundo ha de ser evidente que lo que dices es tan cierto y meridiano como el sol. ¡Está tan claro!… … … Y sin embargo resulta ser que hay un sin fin de variables que descubres cuando te paras a analizar la cuestión bajo otros puntos de vista o conociendo la Historia personal de esa persona o situación. Tal vez el toro que era tan fiero…ya no lo es. O el manso animal resulta ser realmente un peligro para tu existencia.

A veces incluso sucede que empatizamos con esa persona a la que antes criticábamos, pues hemos conocido la esencia que escondía en su interior o sus motivaciones y objetivos a la hora de comportarse de aquella manera que nos resultaba errada antes. Y resulta que…hasta nos parece lógico que actúe así.

Esto solamente sucede si, cuando nos sobreviene nuestro habitual afán de juez, somos capaces de mirar con ojos nuevos a la persona o a la “realidad” que tenemos delante. A eso nos referimos cuando decimos aquello de “mirar con ojos de niño” o “ver la vida con ojos nuevos”. Se trata de no juzgar a la primera de cambio. Se trata de que, si queremos de verdad hacernos una idea acerca de lo que sucede ahí afuera de nosotros mismos, hemos de “mojarnos”, hemos de investigar, pararnos, preguntar, indagar acerca de la Historia, de los porqués, de las motivaciones ocultas y los objetivos implícitos de una persona o de una situación. Sólo entonces tendremos herramientas con algo más de peso para emitir nuestra opinión. Aunque teniendo en cuenta que no es más que una opinión personal, fruto de la reflexión de una cabeza pensante ajena a la situación o persona evaluada, con lo cual, todo el peso del sentir de esa persona no está siendo tenido en cuenta a la hora de expresar nuestra opinión.

De hecho, lo que normalmente suele suceder es que las pocas veces que nos tomamos la molestia de hacer un análisis a fondo acerca de una persona o de las circunstancias que han dado lugar a una situación determinada…cuanto más ahondamos en las raíces de la persona o realidad…menos interés nos queda de pronunciarnos acerca de ella, puesto que vamos comprendiendo y poniéndonos en su piel. Y comprobamos que tal vez si hubiese sido a ti o a mí a quienes les hubieran sucedido esas situaciones previas, esa educación o si nos movieran esas mismas motivaciones q ue descubrimos en nuestro análisis…con toda seguridad nuestra reacción hubiese sido igual, similar o cuando menos igualmente dispar como la que estamos observando en la realidad presente.

Si es que en definitiva sólo puede juzgarte quien realmente te conoce desde dentro…¡y precisamente por ese motivo nadie te juzga!

IVÄN
Terapeuta de Reiki
Fuente: http://reikiterapiavigo.wordpress.com/2013/05/20/juzgame-si-puedes/


viernes, 8 de agosto de 2014

Mensaje motivador

No abandones las ansias de hacer de tu vida, algo extraordinario.

No dejes de creer, en que las palabras y las poesías, sí, pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta, somos seres llenos de pasión.

La vida es desierto y es oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.

No dejes nunca de soñar, porque sólo en sueños puede ser libre la humanidad.

Valora la belleza de las cosas simples.

Disfruta del pánico que te provoca, tener la vida por delante. Vívela intensamente, sin mediocridad.

Piensa que en ti, está el futuro y encara la tarea, con orgullo y sin miedo. No permitas que la vida, te pase, sin que la vivas.

Desconozco el autor/a.


lunes, 4 de agosto de 2014

El renacer del águila

El águila, es el ave que posee la mayor longevidad de su especie.

Llega a vivir setenta años, pero para llegar a esa edad, a los cuarenta, debe tomar una seria y difícil decisión.

A los cuarenta años, sus uñas están apretadas y flexibles y no consigue tomar a sus presas de las cuales se alimenta. Su pico largo y puntiagudo se curva apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas y sus plumas gruesas.

¡Volar se hace ya tan difícil!

Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará ciento cincuenta días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse allí, en un nido cercano a un paredón, en donde no tenga la necesidad de volar.

Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Luego, debe esperar el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas. Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.

Después de cinco meses, sale para su vuelo de renovación y a vivir treinta años más.

"En nuestras vidas, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae"

Rick Wallstein

viernes, 1 de agosto de 2014

Elévate por encima del infortunio

Siempre habrá momentos difíciles y días complicados en nuestra vida.

Nos da la impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban destinadas a pasar y que algunos proyectos simplemente no estaban destinados a funcionar.

Siempre enfrentaremos decepciones, pero también recibiremos muchas bendiciones especiales.

Todo lo que se nos pide es que nos elevemos por encima de nuestros infortunios.

Deja que la vida te muestre nuevas maneras de encarar viejos problemas.

Deja que te ofrezca nuevos descubrimientos.

Deja que los días desplieguen ante ti nuevas posibilidades que hasta entonces desconocías, nuevos sueños que nunca soñaste, y que te regale las semillas de nuevas ideas que nunca antes sembraste.

Deja que la vida modere tus convicciones y te muestre todo lo que está oculto detrás de cada escena: la profunda paz del cambio de estaciones, la majestad de lo que significa tener y ser un amigo, la alegría que se descubre al comprender que nunca es tarde para volver a empezar.

Deja que la vida brinde abundancia a tu alma y a tu corazón.

Déjala cantar en ti y mostrarte cómo apuntar a las estrellas.

Deja que te ayude a alcanzar todo lo que deseas para ser todo lo que eres.

Se trata de una regla muy sencilla: Cuanto más das, más recibes. Y cuanto más lo hagas, más te gustará hacerlo.

Eres una persona maravillosa que merece tener una bella vida. Y si alguna vez sobreviene la dificultad, sé que puedes elevarte por encima de ella.

Desconozco el autor/a.

martes, 29 de julio de 2014

¿Que se siente al ser vieja? ...

El otro día, una persona joven me preguntó:
- ¿Qué se sentía al ser vieja?-

Me sorprendió mucho la pregunta, ya que no me consideraba vieja. Cuando vio mi reacción, inmediatamente se apenó, pero le expliqué que era una pregunta interesante.

Y después de reflexionar, concluí que hacerse viejo es un regalo.
Soy la persona que quiero ser.

Algunas veces me desespero al ver mi cuerpo, las arrugas, los ojos con ojeras, la celulitis. Y a menudo me sorprendo de la persona que vive en mi espejo. Pero no me preocupo por esas cosas por mucho tiempo.

No cambiaría mi amada familia, ni a mis sorprendentes amigos, ni mi maravillosa vida, por menos cabellos canosos y un estómago plano.

Me he convertido en mi amiga.

No me regaño por no hacer mi cama, o por comer esa galleta extra. Estoy en mi derecho de ser un poco desordenada, ser extravagante y oler las flores.

He visto algunos queridos amigos irse de este mundo, antes de haber disfrutado la libertad que viene con hacerse viejo.

-¿A quién le interesa si escojo leer o jugar en el ordenador hasta las 4 de la mañana y después dormir hasta quién sabe qué hora?-

Bailaré conmigo al ritmo de esos maravillosos acordes de los 50´s y 60´s.
Y si después deseo llorar por algún amor perdido…. ¡Lo haré!

Caminaré por la playa con un traje de baño que se estira sobre un cuerpo regordete y haré un clavado en las olas dejándome ir, a pesar de las miradas de compasión de las que usan bikini.

Ellas también se harán viejas, si tienen suerte…

Sé que algunas veces soy olvidadiza, pero me acuerdo de las cosas importantes. A través de los años mi corazón ha sufrido por la pérdida de alguien querido, por el dolor de un niño, o por ver morir a mi mascota. Pero es el sufrimiento lo que nos da fuerza, lo que nos hacer crecer.

Un corazón que no se ha roto, es estéril y nunca sabrá de la felicidad de ser imperfecto.

Me siento orgullosa por haber vivido lo suficiente para que mis cabellos se vuelvan grises y por conservar la sonrisa de mi juventud, antes de que aparezcan los surcos profundos en mi cara.

Cuando se envejece, es más fácil ser positivo. Te preocupas menos de lo que los demás puedan pensar.

Ahora bien, para responder a la pregunta, con sinceridad puedo decir:
-¡Me gusta ser vieja, porque me ha dado mi libertad!- Me gusta la persona en la que me he convertido.

No voy a vivir para siempre, pero mientras esté aquí, no perderé tiempo en lamentarme por lo que pudo ser, o preocuparme de lo que será.

Trataré de Amar sencillamente. Amar generosamente. Hablar amablemente. Y el resto, dejárselo a Dios.

Qué bello es contemplar las flores y aspirar su fragancia. Qué bellas son las mariposas que vuelan de flor en flor.

Queridos amigos, disfruten sus años de vida y no se preocupen por haber perdido su juventud. Sonrían cada mañana, porque Dios se despierta antes que nosotros para colgar el sol y poder verlo desde nuestras ventanas.


Desconozco la autora.


sábado, 26 de julio de 2014

No hay dificultad

No hay dificultad
que no pueda ser conquistada
con suficiente amor...

No hay mal que no se pueda curar
con suficiente amor.

Ninguna puerta que no se pueda abrir
con suficiente amor.

Ningún golfo que no pueda ser atravesado
con suficiente amor.

No hay muro que suficiente amor no pueda derribar.

Ni pecado que suficiente amor no pueda redimir.

No hay diferencia en cuan profundamente asentada
pueda estar la dificultad,
qué tan desesperada sea la perspectiva
o cuan embrollada parezca estar la confusión.

Tampoco importa cuan grande sea el error.

Una suficiente realización de amor lo disolverá todo.

Y si pudieras amar lo suficiente
serías la persona más feliz y poderosa del mundo.

Emmet Fox

martes, 22 de julio de 2014

Sencillo Vs. Verdadero

Un amigo SENCILLO nunca te ha visto llorar.
Un amigo VERDADERO tiene los hombros húmedos por causa de tus lágrimas.

Un amigo SENCILLO no conoce los nombres de tus padres.
Un amigo VERDADERO tiene sus números de teléfono en su libreta de direcciones.

Un amigo SENCILLO trae una botella de vino a tu fiesta.
Un amigo VERDADERO llega temprano para ayudarte a cocinar y se queda hasta tarde para ayudarte a limpiar.

Un amigo SENCILLO odia cuando le llamas después de haberse acostado.
Un amigo VERDADERO te pregunta por qué te tardaste tanto en llamar.

Un amigo SENCILLO procura hablar contigo acerca de tus problemas.
Un amigo VERDADERO procura ayudarte con tus problemas.

Un amigo SENCILLO se imagina tu vida romántica.
Un amigo VERDADERO podría chantajearte con ella.

Un amigo SENCILLO, al visitarte, actúa como un invitado.
Un amigo VERDADERO abre el refrigerador y toma lo que necesita.

Un amigo SENCILLO piensa que ha terminado la amistad después de un argumento.
Un amigo VERDADERO sabe que no tienen una amistad sino hasta después de haber tenido una pelea.

Un amigo SENCILLO espera que siempre estés ahí para Él o ella.
Un amigo VERDADERO siempre estará ahí para ti.

Un amigo SENCILLO leerá esto y lo lanzará a la basura.
Un amigo VERDADERO te lo enviará hasta que esté seguro de que lo has recibido.

Desconozco a su autor

jueves, 10 de julio de 2014

¡Comprométete con tu felicidad!

En la universidad leí un cuento que me parece una estupenda reflexión sobre lo importante que es mantener una actitud positiva ante la vida.

De todos modos vivirás crisis, experimentarás dolor, sentirás tristeza, inevitablemente todos los hombres pasamos por ese proceso, no para atormentarnos sino para aprender. El dolor modificará tu conducta positiva o negativamente dependiendo de ti, de tu fortaleza, de tus ganas de salir del encierro de la depresión.

Parafraseando el cuento: tres hombres estaban recluidos en una cárcel, por la noche uno de ellos soñaba con una bella mujer, el otro soñaba que estaba con dos mujeres hermosas, el tercero de ellos soñaba que era libre.


Y me parece que este tercer prisionero el que lleva su encierro más allá de los barrotes.

Cuando algo triste nos pasa, es normal enfrentar una etapa de duelo, puede durar dos o tres meses de dolor, a veces más, pero si lo asumes con madurez, si entiendes que debes sobreponerte al golpe, si trabajas por volver a estar en paz, si cumples con tus responsabilidades, cumples con tu dieta aunque no tengas apetito, respetes tus horas de descanso, si te esfuerzas por salir de ella, lo harás.

Aunque estés triste ahora, depende de ti cambiar esa emoción, si te comprometes contigo mismo y con tu felicidad, lo lograrás.

Fuente: Motivalia

jueves, 3 de julio de 2014

El mundo debería ser a mi manera

Muchas veces sin darnos cuentas nos comportamos como si fuéramos los amos del mundo y todo que en el existe, incluyendo todas las personas a nuestro alrededor. Esto por supuesto es una reacción inconsciente. Se manifiesta porque queremos que todo funcione de la manera en que esperamos y que las personas reaccionen de acuerdo a los estándares que nosotros les hemos impuesto.

Esto podría llamarse la enfermedad de "debería." Un ejemplo de esto es si nuestra mejor amiga no nos llama por teléfono. La forma normal de reaccionar es llamarla o esperar a que nos llame. Las personas que esperan que el mundo gire a su voluntad piensan de la siguiente forma "mi amiga me debería haber llamado. Mi amiga debería de acordarse de mi, debería de ....." Cuando pensamos que las personas deberían de haber actuado de cierta forma en realidad estamos sugiriendo que deberían de comportarse de la forma que esperamos.

Cuando nos hacemos dependientes del "debería" le fijamos estándares a las otras personas. No las estamos aceptando tal y como son, queremos que sean como nosotros lo deseamos.

Por mucho que deseemos cambiar a la gente, no va a cambiar. Cada persona ha desarrollado una personalidad basada en la experiencia de su vida y sus genes. Y además quienes somos nosotros para que le impongamos a alguien como debe comportarse. Por lo tanto no tenemos el poder ni la autoridad para imponer estándares a otras personas. Si empezamos a esperar que la gente actué como nosotros queremos estamos sufriendo innecesariamente.

La próxima vez que alguien no actué como tu "esperabas" no te sientas enojada o decepcionada. Menos pienses que esa persona tiene algo en contra tuya. Lo mas seguro es que esa persona ni siquiera se de cuente que te ha molestado.

Cuando imponemos estándares en otras personas, estabas imponiéndonos decepción. Respeta a cada persona y su individualidad. En realidad los estándares que les ponemos a las otras personas están basados en nuestras debilidades. La próxima vez que te sorprendas pensando (o hablando) en los términos "debería" acerca de otra persona, detente y examina si estas en lo justo

Desconozco a su autor

miércoles, 2 de julio de 2014

El mejor corredor

El mejor corredor es aquel que avanza con una meta concreta: llegar.

El mejor corredor no es la persona incansable que no se resiente por nada,
no es aquel que tarda menos tiempo en llegar.
No es aquel que olvida a sus compañeros de carrera,
tampoco es el más robusto y fuerte físicamente.

El mejor corredor es aquel que sencillamente... corre,
con lo que puede, con lo que tiene y es;
aquel que tiene un objetivo concreto de llegada.
Aquel para quien la meta se hace motivo de sus sueños e ideales.

El mejor corredor no es el que no se cansa
ni el que llega el primero. Sino el que sencillamente... corre.

Tú eres el mejor corredor de tu propia vida,
tú el que sueñas con esa meta cargada de ilusiones y generosidad.
Eres fuerte, valiente, tenaz y constante y... llegarás a la meta.

Recuerda que no vas solo en la carrera,
que otros como tú tenemos sueños e ideales que compartir contigo.
Que a pesar de nuestras fuerzas físicas-psíquicas...
por encima de ellas se encuentra Aquel que todo lo puede.
Y aquel que todo lo puede... corre a nuestro lado.

Corre, no te ancles, si no puedes ir deprisa... ve despacio, a tu ritmo.
Nadie te pide que llegues a la meta ahora mismo,
ni en unas condiciones concretas.

Tú quieres y yo quiero que corras, sencillamente... correr.
No vas solo, muchos corremos a tu lado,
refresca tu sed con el alivio y consuelo de Dios.
Descansa cuando sientas que tienes menos fuerzas pero...
... no dejes de correr.


Encar