Cuando las fuerzas se agoten;
cuando tu mirada esté perdida
y en tus labios falte una sonrisa…
Cuando tu día se vea obscurecido por nubes de pesimismo
y no puedas dar un paso más
porque te faltan motivos para hacerlo…
Cuando tus manos se nieguen a dar,
tus ojos a admirar las pequeñas cosas de la vida
y tu corazón esté profundamente herido…
Cuando los amigos te abandonen
y tu voz deje de ser dulce…
piensa siempre que más allá hay una esperanza,
porque todos los días nace una ilusión.
Recuerda que la sonrisa se recupera
si ves en cada hombre a un hermano.
El camino se hace fácil cuando se busca apoyo
y los amigos nunca abandonan si hay afecto.
La paciencia es la parte más delicada y digna de la grandeza del alma,
y también la más escasa. La paciencia está en la raíz de todo.
La misma esperanza deja de ser felicidad
cuando va acompañada de la impaciencia.
Siempre encontrarás una esperanza por difícil que parezca,
el camino y el Sol no se oculta
para el que sabe confiar en el creador eterno.
Desconozco a su autor