Aprende a ser moderado en los pensamientos, palabras y actuaciones. Conserva un porte natural.
Habla con voz clara, suave y calmada. Ordena tus actividades y no hagas dos cosas a la vez.
Siéntete en paz, calmado, bondadoso y comprensivo con los otros.
Sé flexible en tu relación con tus semejantes.
¡No empujes el río! Déjalo correr a su ritmo.
La vida es un proceso lento y continuo.
No por madrugar más, amanece más temprano.
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