Si tú te encuentras enamorado de una persona, que no está enamorada de ti ..... no te reproches nada a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.
Si encuentras a alguien que está enamorado de ti, y tú no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino, y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.
Si, tú te enamoras de alguien, y está persona se enamora de ti también, y el amor elige irse, no intentes reclamarlo ó culparlo. ¡Déjalo ir!. Hay una razón poderosa y un significado.
Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo de buen grado, por todo su misterio. Cuando entre a tu vida, siente como él te va llenando hasta derramarse totalmente, y entonces encuentra la manera de compartirlo con la otra persona.
Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.
Dalo a otros que sean pobres de espíritu.
Dalo alrededor del mundo, en todas las formas que puedas ó conozcas.
Es entonces que muchos que aman comenten un error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, entienden el amor profundo como únicamente una necesidad del momento.
Ellos ven sus corazones como un lugar vacío, que necesita urgentemente ser llenado con el amor, y empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye internamente para ellos, en lugar de fluir desde ellos hacía los demás.
¡Acuérdate de eso!, y manténlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.
Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar ó insistir para que se quede permanentemente dentro de ti.
Tú sólo puedes abrazarlo cuando el llega sorpresivamente, y puedes entonces repartirlo con los otros cuando el venga hasta ti.
Pero, si él elige dejar tu corazón en cualquier momento, ó el corazón de aquel a quien tú amas, no hay nada que puedas hacer al respecto, y no hay nada que debas hacer en ese momento.
El amor es, y siempre será un misterio, un enigma. Alégrate de que él haya entrado a tu vida plácidamente en algún momento de la vida.
Si tú mantienes tu corazón abierto al amor, el amor vendrá de nuevo a tí, en cualquier momento ó lugar.
¡RECUERDA QUE TÚ NO ELIGES AL AMOR!
¡EL AMOR TE ELIGE A TÍ!
Desconozco a su autor
Date tiempo para trabajar, es el premio del éxito.
Date tiempo para pensar, es el origen del poder.
Date tiempo para amar y ser amado, es el privilegio de los dioses.
Date tiempo para jugar, es el secreto de la eterna juventud.
Date tiempo para leer, es el fundamento de la sabiduría.
Date tiempo para soñar, es como enganchar tu carro a una estrella.
Date tiempo para hacer amigos, es el camino de la felicidad.
Date tiempo para mirar a tu alrededor, el día es muy corto para ser egoísta.
Date tiempo para reír, es la música del alma.
Antigua oración irlandesa.
La vida no se mide marcando puntos (como en un juego).
La vida no se mide por el número de amigos que tienes.
O por que tan aceptado eres por los demás.
No se mide según los planes que tienes para este fin de semana o si te
quedas en casa. No se mide según con quien sales, con quien solías salir ni
por el número de personas con quienes has salido, ni por si no has salido
nunca con nadie.
No se mide por la manera en que te representas en una hoja de papel ni por
quien te acepta a través de "tu escrito".
La vida simplemente no es nada de eso.
Pero la vida si se mide según a quien amas y según a quien dañas.
Se mide según que tan feliz o infeliz haces a otros a propósito.
Se mide por los compromisos que cumples y las confianzas que traicionas.
Se trata de la amistad, la cual puede usarse como algo sagrado o como un
arma.
Se trata de lo que dices y quieres decir, intentando ser dañino o benéfico.
Se trata de cuando inicias rumores y contribuyes con los pequeños chismes.
Se trata de los juicios que formulas y porque los formulas. Y a quien se
los comentas.
Se trata de a quien no le haces caso o ignoras... adrede y con toda
intención.
Se trata de lo celoso, temeroso, ignorante y vengativo que pudieras ser.
Se trata del odio y el amor que llevas por dentro, dejándolo crecer, y de la
manera que lo prodigas.
En su mayor parte se trata de si usas tu vida para ayudar o para envenenar
el corazón de otra gente.
Tú y solo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros.
Y de esas decisiones se trata la vida.
Desconozco a su autor