jueves, 12 de septiembre de 2013

El camino no tomado

"Dos caminos divergieron en un bosque amarillo,
y afligido porque no podría caminar ambos
siendo un solo viajero, estuve largo tiempo de pie.

Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la maleza.

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
y habiendo tenido quizás la elección acertada,
pues era tupido y agradable de caminar;
aunque en cuanto a lo que vi allí,
hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡oh, había guardado aquel primero para otro día!

Aun sabiendo la inexorable manera
en que las cosas siguen adelante,
dudé si debí haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro
que en alguna parte envejece y hace envejecer,
dos caminos divergieron en un bosque y yo,
yo tomé el menos caminado,
y eso ha representado toda la diferencia."

-éxito en tu camino-

Desconozco a su autor


La fuerza del amor

El núcleo del amor es la fuerza,
el valor que mostramos para luchar por lo que amamos,
la fortaleza para defender lo que más apreciamos,
enfrentar desafíos,
superar barreras,
derribar obstáculos.

Cuando el amor es auténtico surge con la fuerza de la audacia,
el atrevimiento,
la osadía que nos lanza a correr riesgos para conquistar lo que amamos;
es en esa entrega sin condiciones
donde surgen fortalezas donde antes no las había.

El amor nos da el valor de:
Luchar por nuestros sueños.
Dar la vida por los que llevamos en el corazón.
Modificar nuestra propia existencia.
Cambiar nuestro ser.
Rebasar el límite de nuestras potencialidades.

El amor nos da la fuerza:
Para respetar a los seres que amamos.
Para sonreír a pesar de las adversidades.
De la humildad para pedir perdón.
La grandeza de la comprensión.
La nobleza de perdonar.

El amor nos da el poder:
Para manifestar nuestras emociones.
Para alcanzar estrellas.
Para convertir nuestros sueños en realidades.
Entregar nuestra vida por un ideal.

El amor nos transforma en seres superiores,
nos despierta nuestra capacidad de asombro,
nos da la sensibilidad de la contemplación,
nos impulsa a niveles infinitos,
nos da la fuerza para recorrer nuestra vida con un espíritu invencible
y nos impulsa a alcanzar lo imposible.

El amor es la fuerza que Dios deposita en el corazón de todos los seres humanos,
a cada uno corresponde decidir vivir como un paladín o un cobarde,
como un conquistador o un conformista,
como un ser excelente o un mediocre,
como un ser lleno de luz o quien permanece por siempre en la oscuridad,
el amor hace nacer la fuerza para atrevernos a ser
auténticos colaboradores en la grandeza de la creación.

Pregúntate:
Si de verdad amas,
¿estás luchando con todas tus fuerzas para conquistar lo que deseas?
El valor para luchar por tus hijos.
Cuidar de tus padres.
Hacer feliz a tu pareja.
Conceder el perdón a tu enemigo.
Pedir humildemente perdón a quien ofendiste.

Pregúntate:
¿Tienes la fuerza para amarte a ti mismo,
de convertirte en el ser que estás llamado a ser?
¿Te atreverías a hacer de tu vida una obra magistral
digna de las manos que te crearon?
¿Tendrás el valor de ser un auténtico hijo de Dios?
¿Tienes la fuerza del amor?

Desconozco a su autor