Me pregunto por qué un conductor sonríe y descansa en el tráfico, mientras que otro está tenso y frustrado. Es asunto de elección. Poder elegir es una expresión de nuestra libertad espiritual, la cual afecta nuestras actitudes y experiencias.
La decisión es sencilla: puedo estar preso en el pasado por las maneras restringidas de pensar y ser, o puedo practicar la verdadera libertad espiritual expresando amor en todo lo que piense, diga y haga. Elijo pensamientos y palabras libres de motivos que me inciten a tratar de tener siempre la razón. Elijo actividades que alimenten mi cuerpo y mente, y que expresen la libertad de mi alma. Elijo tratar a los demás de maneras que reflejen una actitud y un espíritu de libertad y amor.