Si uno desea conocer el amor, debe vivirlo activamente.
“Hay que amar hasta que algún día se encuentre la respuesta”…
El amor no es una cosa.
No es un artículo con el que se pueda hacer un trueque.
O se pueda comprar o vender,
ni tampoco se puede forzar a alguien a amar.Solo se puede dar amor voluntariamente.
Su amor le pertenece…
El amor no puede ser capturado o amarrado;
se desliza a través de las cadenas,
pero si desea tomar otro curso,
simplemente se va…
Y todas las prisiones, guardias, cadenas u obstáculos del mundo
nunca serán lo suficientemente fuertes para retenerlo…
Si un ser humano deja de desear crecer en el amor con otro,
el otro puede jugar distintos papeles para retenerlo.
Puede convertirse en un villano y amenazarlo,
o en una persona generosa y ofrecerle regalos,
puede manipularlo y hacerle sentirse culpable,
se puede volver astuto y engañarlo para que se quede,
o puede cambiar su propio yo
para satisfacer las necesidades del otro.
Pero independientemente de lo que haga,
habrá desaparecido el amor del otro,
y usted, sólo recibirá a cambio de toda su energía,
un cuerpo vacío, sin amor.
El amor siempre tiene los brazos abiertos,
y de la misma manera uno permite que el amor,
llegue o se vaya cuando lo desee, libremente,
pues a fin de cuentas… eso es lo que hará.
Si cierras los brazos con respecto al amor,
encontrarás que te quedas abrazándote a ti mismo…
No hay tipos de amor.. el amor es amor,
cuando el amor exige es entonces que causa dolor,
esta práctica es de lo más difícil…
Desde la infancia se nos enseña a esperar una recompensa
por cualquier esfuerzo realizado…
El amor no es así…
Sólo es amor cuando se da sin esperar nada a cambio.
No se puede insistir en que alguien a quien tu ames,
te ame a su vez.
Si amas en verdad, entonces no tienes otra opción que creer,
confiar, aceptar y esperar que tu amor sea correspondido.
Nunca puede haber certeza. Nunca alguna garantía.
Si se piensa esperar para amar
hasta estar seguro de recibir un amor igual,
a cambio, quizás esperará eternamente.
Si ama con cualquier expectativa como base,
seguramente a la larga, quedará decepcionado,
porque no es probable que determinada persona pueda satisfacer
todas sus necesidades, aún si su amor por ella es muy grande.
Uno ama porque así lo desea, porque le produce alegría,
porque sabe que el crecimiento
y el descubrimiento de sí mismo depende del amor…
Sabe que la única certeza
que podría tener se encuentra en sí mismo.
Esperar algo de alguien por considerarlo nuestro derecho…
es como cortejar a la infelicidad.
Cuando dejes de ponerle condiciones a tu amor,
has dado un paso gigantesco hacia el aprendizaje del amor…
Leo Buscaglia
Iniciamos una aventura para re-inventarnos a través del conocimiento, con lecturas que nos permitan tener una mejor calidad de vida.
lunes, 15 de julio de 2013
Regla número uno para el éxito
Hay que considerar lo bueno que uno tiene.
Una vez que uno se da cuenta de lo valioso que es
y de cuantas cosas positivas tiene a su favor,
las sonrisas volverán saldrá el sol, sonará la música
y uno podrá finalmente avanzar hacia la vida que Dios le señaló…
con gracia, fuerza, valor y confianza.
Uno de los secretos de la vida más importantes
y siempre nuevo que tuve que aprender, con dolor y lágrimas,
es que uno no puede comenzar a dar un cambio total
en una existencia desesperadamente lastimada
y derrotada ni dar un salto para salirse de la triste rutina
que su empleo y su carrera significan,
ni dejar atrás ese callejón sin salida de lo económico
que parece haberlo condenado al fracaso y a una baja autoestima,
a menos que uno aprecie las cosas buenas que ya posee.
¿Cosas buenas? ¿Se ríe usted? ¡Vaya sonrisa triste!
¿Está tratando de decirme algo?
¿Dice usted que tiene un cajón lleno de cuentas?
¿Que tal vez su hija mayor se está preparando
para ingresar en la universidad
y que usted no tiene ánimo par decirle que no puede ir?
¿Que se ha atrasado dos meses en el pago de las mensualidades
de su automóvil y que su empleo no parece muy seguro que digamos?
¿Cuáles cosas buenas, piensa usted?
Lo invito a permanecer conmigo ahora,
mientras le ayudo a considerar algunas de sus cosas positivas
en este preciso momento en que usted sigue sentado allí
sintiendo lástima por usted mismo.
Hagamos una nueva lista e intentemos asignar un valor monetario
sólo a unas cuantas de las cosas buenas que hay en su vida,
amigo lector, para que pueda darse cuenta
de lo rico que es usted realmente
y de cuántas cosas buenas tiene en su favor,
aunque haya olvidado esto en su lucha diaria por sobrevivir.
¿Cuánto vale vivir en este gran país?
Responda usted, lo reto a que le ponga precio a eso.
¿En dónde preferiría vivir?
¿Cuánto vale ser empleado de la buena compañía
en la que trabaja si esta mañana usted
estuviera de pie en una fila de desempleados?
¿Cuánto vale su carrera si se da cuenta
de que probablemente el 95 por ciento
de la población mundial gustosamente daría diez años de su vida,
o más por tener la oportunidad que tiene?
¿Cuanto vale su libertad?
¿Y que tal con sus seres queridos y los que aman a usted?
¿Cuánto pediría por ellos? ¿Por los ojos?
¿Aceptaría un millón de dólares por sus ojos?
¿Y en el caso de las manos y los pies?
¿Cinco millones? ¿Diez?
Es usted realmente un ejemplar muy preciado,
¿verdad? En el caso de una confrontación definitiva probablemente
usted no cambiaría lo que tiene
en este preciso momento por todo el oro de Fort Knox,
¿no es verdad? Y con tantas cosas buenas a su favor,
dígame, por favor,
¿por qué anda por allí sintiéndose triste, golpeado, derrotado y rechazado?
¿Por qué?
¡Ya basta! Hay una mejor manera de vivir para usted y empieza hoy…
Og Mandino
De “Una mejor manera de vivir”
Una vez que uno se da cuenta de lo valioso que es
y de cuantas cosas positivas tiene a su favor,
las sonrisas volverán saldrá el sol, sonará la música
y uno podrá finalmente avanzar hacia la vida que Dios le señaló…
con gracia, fuerza, valor y confianza.
Uno de los secretos de la vida más importantes
y siempre nuevo que tuve que aprender, con dolor y lágrimas,
es que uno no puede comenzar a dar un cambio total
en una existencia desesperadamente lastimada
y derrotada ni dar un salto para salirse de la triste rutina
que su empleo y su carrera significan,
ni dejar atrás ese callejón sin salida de lo económico
que parece haberlo condenado al fracaso y a una baja autoestima,
a menos que uno aprecie las cosas buenas que ya posee.
¿Cosas buenas? ¿Se ríe usted? ¡Vaya sonrisa triste!
¿Está tratando de decirme algo?
¿Dice usted que tiene un cajón lleno de cuentas?
¿Que tal vez su hija mayor se está preparando
para ingresar en la universidad
y que usted no tiene ánimo par decirle que no puede ir?
¿Que se ha atrasado dos meses en el pago de las mensualidades
de su automóvil y que su empleo no parece muy seguro que digamos?
¿Cuáles cosas buenas, piensa usted?
Lo invito a permanecer conmigo ahora,
mientras le ayudo a considerar algunas de sus cosas positivas
en este preciso momento en que usted sigue sentado allí
sintiendo lástima por usted mismo.
Hagamos una nueva lista e intentemos asignar un valor monetario
sólo a unas cuantas de las cosas buenas que hay en su vida,
amigo lector, para que pueda darse cuenta
de lo rico que es usted realmente
y de cuántas cosas buenas tiene en su favor,
aunque haya olvidado esto en su lucha diaria por sobrevivir.
¿Cuánto vale vivir en este gran país?
Responda usted, lo reto a que le ponga precio a eso.
¿En dónde preferiría vivir?
¿Cuánto vale ser empleado de la buena compañía
en la que trabaja si esta mañana usted
estuviera de pie en una fila de desempleados?
¿Cuánto vale su carrera si se da cuenta
de que probablemente el 95 por ciento
de la población mundial gustosamente daría diez años de su vida,
o más por tener la oportunidad que tiene?
¿Cuanto vale su libertad?
¿Y que tal con sus seres queridos y los que aman a usted?
¿Cuánto pediría por ellos? ¿Por los ojos?
¿Aceptaría un millón de dólares por sus ojos?
¿Y en el caso de las manos y los pies?
¿Cinco millones? ¿Diez?
Es usted realmente un ejemplar muy preciado,
¿verdad? En el caso de una confrontación definitiva probablemente
usted no cambiaría lo que tiene
en este preciso momento por todo el oro de Fort Knox,
¿no es verdad? Y con tantas cosas buenas a su favor,
dígame, por favor,
¿por qué anda por allí sintiéndose triste, golpeado, derrotado y rechazado?
¿Por qué?
¡Ya basta! Hay una mejor manera de vivir para usted y empieza hoy…
Og Mandino
De “Una mejor manera de vivir”
Belleza interior
La belleza de las cosas es fugaz.
Intenta llegar hasta la belleza interior
de las personas con las que convives.
Muchas flores bellísimas y perfumadas
sólo duran pocas horas.
Sin embargo, aunque feas, las piedras
duran milenios y cumplen sus tareas.
Por lo mismo, no seas superficial.
No prefieras lo pasajero a lo eterno,
la belleza a la sabiduría.
Afiánzate en lo que dura para siempre,
en el Espíritu inmortal,
nuestro verdadero YO
y no en lo que termina pronto.
Las cosas duraderas,
todo aquello que perdura en el tiempo,
principalmente los sentimientos
y los pensamientos,
tienen una sólida base en su esencia.
Esencia que les permite expresarse con fuerza
y dejar su mensaje grabado
en el espíritu de los demás.
La belleza en las ideas y en el espíritu
perduran mucho más que la belleza del cuerpo.
Una es superficial y temporal.
La otra es profunda y puede ser eterna.
Por eso, debemos cultivar
y cuidar nuestra esencia,
ya que es la que podrá despertar
sentimientos duraderos y relacionarnos
con personas bellas en su interior,
para formar una conjunción espiritual
que nos eleve más y más...
Desconozco a su autor
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