miércoles, 10 de abril de 2013

¿Por qué a veces nos incomodan los cumplidos?

Prácticamente a nadie nos gusta que nos critiquen, que resalten nuestros errores, o que nos corrijan. A algunas personas esto les afecta mucho, mientras a otras les puede resultar simplemente incómodo.

Esto es normal ya que por naturaleza tendemos a sentirnos a gusto con la aprobación de los demás, y la desaprobación nos causa cierta ansiedad, en mayor o menor grado, según el caso.

¿Pero qué hay de quienes se incomodan con la aprobación de otros? Hay personas que cuando reciben un elogio o un cumplido, lejos de ponerse contentas se incomodan, lo rechazan o incluso se molestan.

Tal vez te ha sucedido que alguien te hace un comentario como: “¡qué bonitos zapatos traes!”, y en vez de sentirte bien, sientes cómo ese comentario te hace sentir mal.

Si a ti te pasa esto, puede deberse a una autoestima debilitada. La incomodidad puede surgir básicamente de 2 creencias:

  1. No lo merezco. Esto tiene que ver con una muy baja autoestima, en la que no caben pensamientos ni emociones positivas hacia uno mismo. Cuando alguien te da un cumplido, sientes que no hablan de ti, sino de alguien más. Lo sientes totalmente ajeno a ti.
  2. Pone en evidencia mis fallas. Si me reconocen algo o me hacen un cumplido, significa que antes estaba mal y ahora notan la mejoría. En este caso pones tu atención en lo mal que estabas y que seguramente todos lo notaban. Un buen ejemplo es cuando te dicen algo como: "que bien te ves hoy", e inmediatamente piensas "qué tan mal me vería antes”.
Observa qué tan a gusto te sientes con los cumplidos. Si notas que te incomodan o te molestan, es señal de que necesitas trabajar un poco en tu autoestima. También puede suceder que necesites un cumplido para sentirte bien contigo, y sólo hasta conseguirlo reafirmas tu autoestima. Esto también es señal de una autoestima debilitada, ya que requieres de la aceptación de otros para estar a gusto contigo.

Si por el contrario alguien te hace un cumplido y puedes aceptarlo cómodamente, sin sentir que eres una persona más valiosa por ese cumplido, simplemente aceptándolo como algo real, entonces es señal de que tu autoestima es adecuada.

Una persona con una autoestima sólida no necesita recibir cumplidos de otros para sentirse bien, pero si alguien hace algún comentario positivo sobre su persona, lo acepta y lo agradece con total naturalidad. ¿Cómo te sientes tú con los cumplidos?

Fuente: Mi Superación Personal

Manejo de Enojo: ¿Por qué a veces nos enojamos más de la cuenta?

¿Te ha pasado alguna vez que sucede algo que te enoja mucho, y una vez que se te pasa el enojo te sientes mal por haber reaccionado así?

Todos nos enojamos. El enojo es normal y es una respuesta instintiva ante algo que nos resulta amenazante. Entender esto es muy importante, ya que muchas veces nos sentimos mal con nosotros mismos después de un enojo y nos decimos cosas como “no debí enojarme”, ¡como si eso fuera posible!

La verdad es que nunca decidimos enojarnos. El enojo nos sucede automáticamente. Cuando nos damos cuenta es porque ya está el enojo en nosotros.

El problema del enojo no es el enojo en sí, sino cuando el enojo es demasiado grande y no nos permite tomar decisiones adecuadas y actuar con sensatez. Cuando nos enojamos demasiado tomamos una postura de batalla contra aquello que nos está agrediendo, y nuestra percepción de la situación se vuelve totalmente orientada hacia nuestra necesidad y el deseo de ganar esa batalla, lo cual generalmente no es muy recomendable ni para las relaciones con otros, ni para nuestra salud.

No podemos decidir no enojarnos, pero si podemos decidir dos cosas muy importantes:

A. Qué hacer con nuestro enojo. Una vez que te das cuenta que hay enojo en ti, te recomendamos manejarlo de la siguiente manera:

  1. Si el enojo no es muy grande, pero la situación puede hacer que siga creciendo (por ejemplo si estás discutiendo con tu pareja y sientes que cada vez te enojas más), es recomendable alejarte físicamente de la situación si es posible, para evitar que el enojo escale. Una vez que te calmes será más fácil afrontar nuevamente la situación.
  2. Una vez que te alejaste, puedes sacar tu enojo de una manera inteligente y saludable. No se trata de reprimir el enojo, se trata de saber manifestarlo. Algunos ejercicios útiles para sacar el enojo son: ejercicio físico, golpear una almohada, escribir sobre lo que te enoja, o hacer respiraciones profundas.
  3. Si no puedes alejarte físicamente, entonces trata de alejarte emocionalmente. Comienza a hacer respiraciones profundas lentamente, y pon tu atención en tu respiración. Piensa en que en ese momento no vale la pena seguir peleando contra aquello que te está enojando, ya que enojarse de más nunca trae buenos resultados. Es más inteligente aprender a manejar tu enojo que ganar una pelea (¡ya sea con otra persona o contra el tráfico!)
B. Aprender a ser menos vulnerables ante aquellas situaciones que nos enojan.

Solemos decir cosas como “me hiciste enojar”, cuando en realidad nadie puede hacernos enojar. Nosotros nos enojamos cuando suceden cosas que nos disparan el enojo, y suelen ser temas a los que somos sensibles. Cada persona es sensible a temas diferentes. Es por esto que un comentario como “que tonto eres”, a alguien le puede provocar risa, mientras que a otro le dispara un tremendo enojo.

Todos tenemos “botones” a los que somos sensibles, y si alguien toca ese botón, surge en nosotros el enojo. No tiene que ver con la otra persona, tiene que ver con que es un tema delicado para ti. Es un tema en el que tu autoestima no es muy sólida, y por eso te sientes amenazado.

Cuando algo te “haga enojar”, pregúntate “¿qué es lo que realmente me enoja de esto?”. Vas a descubrir la causa real detrás de tu enojo.

Pregúntate “¿a qué estoy siendo sensible?”, y vas a descubrir en qué parte de tu autoestima debes trabajar.


Fuente: Mi Superación Personal