jueves, 27 de junio de 2013

Nunca en la otra orilla

¿Por qué miras siempre hacia el otro lado?
¿Por qué piensas siempre que los otros, amigos,
conocidos y vecinos, son más dichosos?,
y dices con ligereza:

- A los otros les va mucho mejor,
y yo doy lo mejor de mí y no llego a nada.

La otra orilla siempre es más bella. Yace muy lejos.
Como petrificado, miras fijamente hacia la bella claridad.

Jamás tuviste en cuenta que también
los de la otra orilla te observan
y piensan que posees mucha mas felicidad,
pues ellos solo ven tu parte agradable.

Tus pequeñas y grandes preocupaciones no las conocen.
Vivir feliz es un arte, para ello conviene sentirse satisfecho…

“La felicidad no está en la otra orilla, está en ti”.

Phil Bosman


Los chakras y El Código de la Emoción

Llevo cosa de un mes con la idea de aplicar el trabajo de El Código de la Emoción a la limpieza y equilibrio de los “chakras”. Para aquellos que ya están familiarizados con este concepto de “ruedas de energía”, que es la traducción de la palabra chakra del sánscrito, esta entrada puede que sirva de recordatorio. Para aquellos que no estén familiarizados con este concepto, espero abra su curiosidad y les aporte algo de claridad.

Somos energía


Todo lo que existe en el Universo es energía. Energía vibrando a diferente frecuencia. Tanto la silla sobre la que te sientas, el ordenador que tienes delante, la ventana y todo lo que ves a través de ella está compuesto de energía. Nuestro cuerpo físico no se escapa de esta verdad, es un sistema de energía que no acaba donde tu piel sino que continúa más allá de los límites de nuestra visión, se ve afectada por el entorno y también interactúa con él. Vemos nuestro cuerpo físico porque la vibración de la energía que lo conforma es lo suficientemente “lenta” como para que podamos visualizarla a simple vista. Pero más allá de los límites de la piel la energía continúa en formas más sutiles que no son visibles para el ojo no entrenado para verlas. Este campo magnético de energía, que podemos suponer con la forma de un huevo que rodea nuestro cuerpo físico, es lo que se denomina “aura”. Y el “aura” está creada por la energía de los chakras.

Los chakras


Chakra es una palabra sánscrito que significa “rueda”. Un chakra recuerda a un disco giratorio del tamaño de una moneda que se abre y se cierra como la lente de una cámara. Son centros de energía que reciben y envían información y energía vital, neurotransmisores que conectan nervios, órganos, hormonas, emociones. Cuando un chakra está abierto, está recibiendo información y recogiendo datos procedentes de tu entorno.

Cada chakra alimenta energéticamente a una parte del cuerpo físico, pero también el aspecto emocional, mental y espiritual de esa parte.

Cada chakra sintoniza una frecuencia, un aspecto diferente de la energía y los siete aspectos forman la totalidad, al igual que los siete colores del arco iris forman la luz. Mantener estos siete aspectos “equilibrados” nos ayuda a movernos por la vida “afinados” y de esta forma crear la mejor melodía. 


Para los efectos de este trabajo, vamos a considerar los siete chakras principales que puede ver en la imagen de arriba, así como los chakras secundarios de las manos y los pies.

Las sensaciones que se pueden sentir en ellos son muy variadas pero algunas de las que yo he sentido son: calor, vibración, hormigueo, una profunda tranquilidad, etc. Dependiendo del chakra que estemos trabajando la energía puede sentirse más densa, si estamos trabajando con alguno de los tres chakras más materiales: 1º, 2º y 3º, ó más sutil si estamos trabajando con los tres chakras espirituales: 5º, 6º y 7º. El 4º chakra situado en el corazón sirve de puente y enlace entre las energías más materiales de los chakras inferiores y las energías más sutiles de los chakras superiores. Es el que conecta la parte física con la espiritual y nos permite experimentar el amor.
A continuación presento un resumen muy breve de las enseñanzas vitales que representan los 7 chakras:
  • Primer chakra: Enseñanzas relativas al mundo material.
  • Segundo chakra: Enseñanzas relativas a la sexualidad, el trabajo y el deseo físico.
  • Tercer chakra: Enseñanzas relativas al ego, la personalidad y la estima propia.
  • Cuarto chakra: Enseñanzas relativas al amor, el perdón y la compasión.
  • Quinto chakra: Enseñanzas relativas a la voluntad y la autoexpresión.
  • Sexto chakra: Enseñanzas relativas a la mente, la intuición, la percpeción profunda y la sabiduría.
  • Séptimo chakra: Enseñanzas relacionadas con la espiritualidad.
En las próximas entradas iremos analizando cada uno de los chakras individualmente e iré sanando y equilibrando cada uno de ellos utilizando para ello diferentes visualizaciones, que iré compartiendo, ejercicios y el Código de la Emoción como base de todo ello.

Por lo pronto, he procedido a testar el estado de mis chakras en este momento y el resultado es el siguiente:

Chakra 1º (chakra Raíz) – Situado en la base del tronco, entre el ano y los genitales: Equilibrado.

Chakra 2º – Situado sobre el pubis, por detrás en el abultamiento del hueso sacro: Desequilibrado.

Chakra 3º: Situado en la cintura, dos dedos por encima del ombligo: Desequilibrado.

Chakra 4º – Situado en el pecho a la altura del corazón y por detrás de los omoplatos: Equilibrado.

Chakra 5º – Situado en el cuello a la altura de la garganta, por detrás bajo la 7ª vértebra cervical: Desequilibrado.

Chakra 6º – Situado en medio de la frente, sobre las cejas: Equilibrado.

Chakra 7º – Situado en la parte superior de la cabeza, en la coronilla: Equilibrado.

Fuente: El Código de la Emoción