jueves, 17 de octubre de 2013

Una flor

Había una joven muy rica, que tenia todo: un marido maravilloso, hijos perfectos, un empleo donde le pagaban muy bien, una familia unida.

Lo extraño es que ella no conseguía conciliar todo eso, el trabajo y los quehaceres le ocupaban todo su tiempo y su vida estaba mal en algunas áreas. Si el trabajo consumía mucho tiempo, abandonaba a sus hijos, si surgía algún problema, ella dejaba de lado a su marido... Y axial, las personas que ella amaba eran siempre dejadas para después.

Hasta que un día, su padre, un hombre muy sabio, le dio un regalo: una flor muy cara y clarísima, de la cual había apenas un ejemplar en todo el mundo. Y le dijo:

“Hija, esta flor te ayudara mucho mas de lo que tu te imaginas! Únicamente necesitas regarla y podarla de vez en cuando, ocasionalmente conversar un poco con ella, y ella te dará a cambio ese perfume maravilloso y las más lindas flores.”

La joven la recibió emocionada, pues la flor era de una belleza sin igual. Mas el tiempo fue pasando, los problemas surgían, el trabajo consumía todo su tiempo, y su vida, que continuaba confusa, no le permitía cuidar de la flor.

Ella llegaba a casa, miraba la flor y aun estaba ahí, no mostraba ningún signo de debilidad o muerte, siempre, linda, perfumada. Entonces ella pasaba sin prestarle mas atención.

Hasta que un dia, sin mas, la flor murió. Ella llego a casa y se llevo un susto! Estaba completamente muerta, sus raíces estaban resecas, sus flores caídas y sus hojas amarillas. La Joven se hecho a llorar y le contó a su padre lo que había acontecido.

Su padre entonces respondió:
“Imagine que eso ocurriría, y no puedo darte otra flor, porque no existe otra igual a ella, era única, así como tus hijos, tu marido y toda tu familia.

Todos son bendiciones que el Señor te dio, pero debes aprender a regarlos, podarlos y dar atención a ellos, pues así como la flor, los sentimientos también mueren. Tu te acostumbraste a ver la flor viva, siempre florida, siempre perfumada, y te olvidaste de cuidarla. Cuida a las personas que tu amas!”

Y tu?... Cuidas de las bendiciones que Dios te ha dado? Proteges esa flor, pues forman parte de las bendiciones del Señor: El nos las da, mas nosotros somos lo que debemos cuidar de ellas.

Desconozco a su autor

Indicaciones de belleza

1. Para tener labios atrayentes, diga palabras dulces.
2. Para tener ojos bellos, procure ver el lado bueno de las personas.
3. Para tener un cuerpo erguido, divida su comida con los hambrientos.
4. Para tener cabellos bonitos, deje que un niño pase sus dedos por ellos por lo menos una vez por día.
5. Para tener buena postura, camine con la seguridad de que nunca andará en soledad.
6. Las personas, mucho más que las cosas, deben ser restauradas, revividas, rescatadas y redimidas; jamás arroje a alguien fuera.
7. Acuérdese que, si alguna vez precisa de una mano amiga, usted la encontrará al final de su brazo. Al volvernos más viejos, descubrimos porqué tenemos dos manos, una para ayudarnos a nosotros mismos, y la otra para ayudar al prójimo.
8. La belleza de una mujer no está en las ropas que ella viste, ni en el cuerpo que ella posea, o en la forma como peina su cabello. La belleza de una mujer debe ser vista en sus ojos, porque ésta es la puerta de su corazón, el lugar donde reside el amor.
9. La belleza de una mujer no está en la expresión facial, pero la verdadera belleza de una mujer está reflejada en su alma. Está en el cariño que ella amorosamente da, en la pasión que ella demuestra.
10. La belleza de una mujer crece con el pasar de los años.

Audrey Hepburn