martes, 16 de abril de 2013

¿Cuánta Seguridad Sientes Para Invitar a Alguien a Salir?

Hay quienes pueden acercarse a alguien e iniciar una conversación sin mayor problema, mientras que para otras personas es lo más difícil de hacer y prefieren observar desde lo lejos a aquella persona que les agrada.

Invitar a alguien a salir ya no es exclusivo de los hombres. También las mujeres pueden ser quienes tomen la iniciativa de acercarse a alguien, o por lo menos pueden hacerle saber sutilmente al otro que les gustaría que las inviten a salir.

Sin embargo ser quien tome la iniciativa para salir con alguien puede ser algo atemorizante, ¿verdad?

¿Tú eres de las personas que temen un rechazo? Bueno, pues te damos la bienvenida al club de los miles de millones de personas que temen ser rechazadas por alguien más, especialmente alguien que te agrada.

Para algunos este rechazo puede no tener mucha importancia y se levantan de inmediato para seguir adelante, pero para otros es un rechazo demasiado doloroso, que lastima su autoestima y su confianza en si mismos.

Te recomendamos lo siguiente:

1. Acércate a la persona, aunque sea de manera amistosa. Si no te acercas es mucho más difícil que se de la oportunidad de invitar a la persona a salir, y acercarte amistosamente no es tan riesgoso.

2. Coquetea un poco para ver si hay respuesta de la otra persona. El coqueteo es el lenguaje sutil con el que le haces saber al otro que hay un interés, sin decirlo abiertamente. Con el coqueteo (tanto hombres como mujeres) puedes darte una buena idea de si habrá un rechazo o no.

3. Si llegaras a insinuar tu interés, y la otra persona no muestra interés, no lo tomes personal. No te está rechazando a ti en realidad, ya que realmente no te conoce. Quizá rechace la idea de salir contigo por sus propias razones, pero eso no te quita nada a ti. El que alguien decida que no quiere salir contigo simplemente es señal de que busca otra cosa, no de que hay algo mal contigo.

4. No te aferres a una persona. Si alguien no muestra interés, olvídate y pon tu atención en alguien más. Muchas veces cuando pierdes interés en la persona que buscabas, es cuando él o ella comienza a interesarse por ti. Y si eso no sucede, al menos no perderás tu tiempo con alguien que no es para ti.


Recuerda que salir con alguien y establecer una relación de pareja toma tiempo y es mejor hacerlo con calma y disfrutar el proceso. Obviamente mientras más fuerte sea tu Autoestima, más fácil será para ti tener la seguridad de acercarte a alguien, sin tener tanto miedo al rechazo. Una persona segura no se toma los rechazos como algo personal y sabe que simplemente debe intentarlo nuevamente con alguien más.

Saber coquetear es un arte que requiere de mucha práctica y confianza en ti mismo/a.

Fuente: Mi superación personal 


Te estresa tu manera de pensar: Modifica tus pensamientos, y reduce tu estrés

Hay momentos en la vida en que nos llegamos a sentir realmente estresados. El estrés es un estado de tensión física y emocional constante ante situaciones de la vida que percibimos como problemáticas o amenazantes.Pero lo más curioso de esto es que nosotros somos quienes provocamos nuestro estrés, y cambiando nuestra forma de pensar podemos realmente tener una mejor calidad de vida.

Algunas de las situaciones más comunes que nos producen estrés son:

- problemas de dinero
- problemas familiares
- problemas de salud
- dificultades en el trabajo


En realidad, cualquier situación que nos parece abrumante, o que nos presiona, nos provoca algún grado de estrés.

El estrés puede provocarnos problemas como hipertensión, insomnio, irritabilidad, dolor de cabeza, dolores musculares, dificultad para concentrarse, entre muchos otros.

Todos llegamos a tener algún grado de estrés, y podría decirse que es normal para las personas que vivimos en grandes ciudades con mucho movimiento y tareas a realizar. El estrés realmente se convierte en un problema importante cuando llega a niveles altos, en los que ya no podemos funcionar adecuadamente, o cuando los síntomas empiezan a afectar nuestra salud.

Se sabe que dos terceras partes de las visitas a doctores tienen que ver con síntomas relacionados al estrés.

Sin embargo lo más importante de esto es entender que lo que nos estresa no son tanto las situaciones externas, sino lo que nosotros pensamos de ellas.Nuestra percepción de los problemas es la que va a determinar el grado de estrés que vivimos.

Pongamos un ejemplo de una persona que está estresada porque no gana suficiente dinero, y siente que las deudas lo aplastan. Se estresa porque piensa cosas como:

- “no hay suficiente dinero”
- “no sé cómo voy a pagar estas deudas”
- “el banco va a venir a quitarme mi casa”

Aunque tal vez estos pensamientos tengan algo de verdadero, lo cierto es que:

1. No son verdades absolutas.
2. Estresarte no va a ayudar en nada, al contrario, va a complicar las cosas.

No hay manera de asegurar que nuestros peores miedos van a convertirse en realidad.

Lo que si es cierto es que ante el escenario de nuestro ejemplo, una persona que se estresa, se va a paralizar, no va a ver opciones, va a estar tan estresada que su mente no podrá pensar en alternativas y soluciones, y si es más probable que el destino temido se vuelva realidad.

Si por el contrario, ante ese escenario, una persona se mantiene tranquila, sabiendo conscientemente que existe un problema de dinero (no se trata de negar la realidad tampoco), pero se mantiene abierta a soluciones, a encontrar opciones, a renegociar con el banco, se mantiene optimista, es mucho más probable que esté motivada para encontrar una solución, se mueva para buscarla y por lo tanto la encuentre.

Para poder tener esta actitud ante los problemas, es indispensable contar con una fuerte estructura emocional basada en una autoestima y un autoconcepto sólidos. Si tu crees que puedes salir adelante de la adversidad, buscarás la manera. Si no lo crees, te quedarás sentado en el problema. Todo depende de si crees que puedes o no. No depende del tamaño del problema, sino del tamaño de tu autoestima.

Fuente: Mi superación personal