miércoles, 26 de junio de 2013

La liberación del cuerpo dolor


Una pregunta frecuente es: “¿cuánto tiempo se necesita para liberarse del cuerpo del dolor?” Eso depende, por supuesto, de la densidad del cuerpo del dolor y del grado o intensidad del estado de Presencia de la persona. Pero la causa del sufrimiento que nos infligimos e infligimos a los demás no es el cuerpo del dolor sino la identificación con él. No es el cuerpo del dolor sino la identificación con él la que nos empuja a revivir el pasado una y otra vez y la que nos mantiene en un estado de inconsciencia. Por consiguiente, sería más importante preguntar lo siguiente: “¿Cuánto tiempo se necesita para dejar de identificarse con el cuerpo del dolor?”
Y la respuesta a esa pregunta es que no se necesita tiempo. Cuando se activa el cuerpo del dolor debemos reconocer que lo que sentimos es el cuerpo del dolor interno. Ese reconocimiento es todo lo que se necesita para romper la identificación con el cuerpo del dolor. Y cuando la identificación cesa, comienza la transmutación.
El hecho de saber impide que la vieja emoción se suba a la cabeza y se apodere no solamente del diálogo interno sino también de nuestros actos y de nuestras interacciones con los demás. Esto significa que el cuerpo del dolor queda imposibilitado para renovarse a través de nosotros. Entonces la emoción permanece en nosotros durante un tiempo y emerge periódicamente.
Ocasionalmente puede también engañarnos para que nos identifiquemos con ella y no podamos ver la identificación, pero no por mucho tiempo. El hecho de no proyectar las viejas emociones sobre las situaciones implica tener que enfrentarlas directamente en nuestro interior. Si bien puede no ser agradable, no nos matará. Nuestra Presencia es más que capaz de repelerla. La emoción no es nuestra esencia.
Cuando sienta su cuerpo del dolor, no caiga en el error de pensar que hay algo malo en usted. Al ego le encanta cuando nos convertimos en problema. El reconocimiento debe ir acompañado de aceptación. Cualquier otra cosa lo debilitará. Aceptar implica permitirnos sentir lo que sea que estemos sintiendo en el momento. Es parte de la existencia del Ahora. No podemos discutir con aquello que es. Bueno, sí se puede, pero a costa del sufrimiento. Aceptando nos convertimos en lo que somos: vastos y espaciosos. Nos convertimos en el todo que somos, dejamos de ser un fragmento como lo cree el ego y damos paso a nuestra verdadera naturaleza. Y entonces somos uno con la naturaleza de Dios.
Jesús lo enseñó cuando dijo, “por tanto, sean Uno como el Padre que está en el Cielo es Uno”.1″.’ La frase del Nuevo Testamento que dice, “Sean perfectos” es una traducción errada de la frase original en griego que significa “íntegro”. Eso quiere decir que no necesitamos convertirnos en uno sino que ya lo somos, con o sin el cuerpo del dolor.
Eckhart Tolle, Una Nueva Tierra.

La Vida

Puede que te toquen vivir momentos difíciles,
pero después va a venir algo mejor.

No hagas que tu vida sea un infierno,
trata de disfrutar cada momento,
como si fuese el último.

Nunca creas que es tarde para volver a empezar.
Nunca es tarde para realizar un sueño,
y los sueños no son imposibles…
acuérdate que en nuestro idioma
hay una palabra para volver a empezar, y es perdón.

Muchas veces en la vida dices que te quieres morir.
No hay que pensar así, la vida es muy valiosa
como para desperdiciarla.
Todos somos muy importantes para todos.

Piensa que por ahí para el mundo no eres nadie,
pero para alguien eres el mundo.
Muchas veces piensas que alguien es perfecto.
No hay nadie perfecto, todos somos iguales.

Hay gente que tiene cosas que tu no tienes
y tu tienes cosas que ellas no tienen.
Muchas veces te sientes poco para alguien.
No tiene que ser así,
nadie es ni poco ni mucho para nadie.

Lo que ocurre es que algunos lastimamos
con mas facilidad que otros.
Las virtudes del otro son más visibles que las tuyas.
Muchas veces te aferras a algo o a alguien.

No esta mal, pero trata de no hacerlo indispensable para tu vida.
Y si lo haces piensa que también hay personas que te quieren.
Muchas veces te desprecias, te miras al espejo y te insultas.

No lo hagas, Dios te hizo así y no lo vas a poder cambiar.
Dios no hace caprichos. Piensa que:
“El cuerpo es la parte visible del alma que lo habita”.

Nunca te guíes por las apariencias, ellas engañan.
Muchas veces nos desilusionamos.
Si todo lo que esperamos o pensamos
se nos cumple, ¿donde estarían las sorpresas?.

Muchas veces nos traicionan los amigos.
Y ahí aparecen los verdaderos amigos que nos consuelan.
Aquí nos damos cuenta, si estamos yendo por el buen camino.

Por todos esos motivos no bajes los brazos nunca.
Por todo eso vive la vida al máximo, sonríe,
diviértete, ten alegría.
Por todo eso quiere la vida,
ella no es muy larga, pero si divertida.

Puede que te toquen vivir momentos difíciles,
pero después va a venir algo mejor.
No hagas que tu vida sea un infierno,
trata de disfrutar cada momento,
como si fuese el último.

Toma bien las decisiones importantes,
si te equivocas pueden derribar lo que construiste
a lo largo de tu vida. Nunca cambies, siempre sé tu mismo.
Piensa que siempre hay gente
que te va a recibir con los brazos abiertos.

Nunca creas que es tarde para volver a empezar.
Nunca se es tarde para realizar un sueño,
ellos no son imposibles.
Siempre acuérdate que en nuestro idioma
hay una palabra para volver a empezar: Perdón.

La vida es gratis, es un regalo y los regalos
no hay que rechazarlos.
Si no lo quieres aceptar no lo hagas,
pero piensa en todo lo que te estás perdiendo.

Paulo Coelho


Amor

Si amas, entonces no interfieras en la intimidad
de la otra persona. Permítele conservar íntegra
su vida privada. No trates de violar su interior.
El requerimiento básico del amor es:
“Yo acepto a la persona tal como es”.
Y el amor nunca trata de cambiarla de acuerdo
a las ideas propias. No trata de recortar esto
o aquello para reducirle a la dimensión deseada,
lo cual vienen haciendo la mayoría de las personas
y en todas partes del mundo.
Si amas, entonces no hay condiciones que valgan.
Si amas las condiciones no entran.
Amas tal como el otro es.
Dar amor es la experiencia real y hermosa,
porque entonces eres un emperador.
Tomar amor es una experiencia muy pequeña,
es la experiencia del mendigo.
No seas un mendigo, no te preocupes de que el amor
pueda agotarse, de que un día de repente encontarás que:
Dios mío, no tengo más amor para dar.
Así que el primer secreto es: no pidas amor,
no esperes para amar cuando alguien te lo pida, ¡dalo!.
Amor es la profunda urgencia de ser uno con el todo.
El hombre no puede vivir sin amor.
Amor es un deseo de nutrición.
Amor es echar raíces en la existencia.

Osho