lunes, 22 de abril de 2013

El significado de compartir

Comparte tus conocimientos, tus sueños, tus pensamientos, tus sentimientos. Si te los guardas, los estancas y enmohecen, si los expresas germinan, suscitan nuevas emociones, despiertan inquietudes, cobran movimiento, crecen, estremecen.

Compartir no es restarte, compartir es multiplicar, compartir es prolongar tu ser, es causar sensaciones, es irradiar, dejar huellas que perduren en la memoria y en los corazones de los demás.

Compartir es engarzar tu propio eslabón en una cadena que propague una corriente de generosidad, esperanza, gratitud, alegría, energía, aprecio, aceptación y perdón.

Compartir ayuda a recomponer los pedazos desintegrados por la soledad, a cicatrizar las heridas de la desdicha, a amortiguar los golpes del destino, a tapar las grietas de la desconfianza, a asentar los cimientos de la amistad.

Compartiendo ganas mucho más de lo que puedas recibir a cambio, porque el afán de tener algo que ofrecer, te lleva a nutrirte tú mismo, a elevarte, a enriquecerte.

Para poder compartir te esfuerzas en mejorar, en aprender, en potenciar la imaginación, en alertar tus sentidos, en cultivar tus valores, en engrandecer tus virtudes, en fortalecer tu espíritu, en emanar vitalidad.

El anhelo de compartir te esculpe con un martillo y cincel guiados por la minuciosidad de la sensibilidad, por la belleza de entregar, por la magia de emocionar.

Brinda tu sonrisa, ofrece una palabra amable, siembra ilusiones, contagia entusiasmo, provoca palpitaciones, reparte consuelo, inspira confianza, derrocha ternura, transmite comprensión, estimula comunicación, motiva complicidad.

Vive creciendo, vive compartiendo.

Adelaida Delgado

El miedo al compromiso

“No te prometo nada, sino que una vez más te elijo a vos, para estar, para compartir tus cosas y también las mías, para construir juntos, si así lo decidimos, porque simplemente desde el amor y por amor estoy comprometido con vos”

¿Los hombres hablan del “no compromiso”?

El compromiso no depende de lo que “puedo hacer” sino hasta donde voy a involucrarme yo en esta historia, en esta relación que estoy sosteniendo con el otro.
El compromiso no tiene que ver con la posibilidad de cumplir con lo que me comprometo sino con mi Actitud hacia aquello con lo que me comprometo.
Partimos del hecho de que si uno de los dos no quiere tener un compromiso entonces “los dos no pueden” y la pareja no se consolida.

“Si no te queres comprometer yo si puedo comprometerme conmigo mismo, comprometerme con lo que quiero y siento, pero no puedo comprometerme con vos”. Para que haya un compromiso se necesita de dos porque el proyecto es de a dos.

“Y si no queres comprometerte, está bien, pero entonces no conmigo”,
Es decir, no puedo ser cómplice de tu elección de “ no compromiso” si tu elección a mi me daña y me deja en un lugar que no me gusta.

Suele aparecer el miedo a comprometerse en aquellas cosas que producen cambios. Porque comprometerse significa abandonar algo para elegir otra cosa y eso implica cambios en nuestra vida. Y el “no compromiso” es: el no estoy dispuesto a dejar mis intereses personales para abocarme a otra cosa.

La vida es mas o menos asi: Tanto pones, tanto sacas y si pones poco, sacás poco. Cuanto más pones en la vida, más sacas de la vida.

Si queres vivir una vida chata y opaca es muy simple… no te comprometas, pero tampoco exijas ni esperes que la vida te de cosas y a su vez te sorprenda, no esperes poder disfrutarla ni vivirla en plenitud, porque para vivirla tenes que “estar ahí” y para estar ahí, tenes que comprometerte desde adentro.
Hay muchas personas que temen comprometerse por miedo a no poder cumplir en el mañana con lo que prometió hoy.


Comprometerse no tiene nada que ver con cumplir aquello que uno dijo sino con la actitud de uno. Por eso la diferencia entre comprometerse y prometer;
“ No sería bueno que elabores una pareja desde prometer cosas, sino estar comprometidamente desde el alma y con tu vida con la otra persona”.
Lo difícil no es dejar de prometer cosas sino el hecho de no poder comprometerse desde adentro, en ese momento, con el otro.

Si uno cree que tiene que cumplir con lo que se comprometió aunque en realidad haya cambiado de idea, si uno cree que no puede decir “ mirá esto que nos pasaba a vos y a mi, a mi ya no me pasa, yo he cambiado de idea”.
Si uno no puede aprender a salir de una cosa asi entonces no se compromete nunca hasta que no esté absolutamente seguro de todo y la seguridad en todo no existe.

Cuando hablamos de decisiones podemos distinguir entre: decisiones definitivas, las permanentes y las decisiones postergadas.
“ No tomar decisiones es una forma de no comprometerse por lo cual no existe un compromiso interno con el otro”.
Postergar una decisión es muchas veces postergar un compromiso y cuando es permanente también es una falta de compromiso.
Una decisión es permanente cuando digo: “Esto es asi y es asi para siempre” y esto es desconocer que yo cambio, vos cambias, la realidad cambia.
Una decisión es definitiva cuando decido ponerle “fin” a una situación. Es decir;
“A menos que la situación cambie esta es mi decisión, mientras todo siga como está, esta es mi decisión y cuando cambie yo te voy a avisar y te lo voy a decir porque vos sos participe de esto, y porque estás a mi lado”.

Muchas personas creen que tomar un compromiso con otra es estar “obligado/a”.
Nadie está obligado a nada, si tengo la obligación de respirar por ejemplo.
“No estoy obligado a muchas cosas pero si comprometido con otras”.


Lo que importa cuando uno busca que el otro se comprometa no es querer arrancarle una promesa que después el otro no va a poder cumplir, sino ver el modo de encajar tu proyecto personal de vida y el mío, de entender y hablar sobre cual es tu proyecto y cual es el mío.
Y si tu proyecto de vida no encaja con el del otro
¿porqué insistir con alguien que no quiere comprometerse?.
“ Si yo estoy con alguien que quiero mucho pero no lo siento comprometido desde adentro, más que preguntarme el por qué no quiere comprometerse me preguntaría ¿que hago yo acá? Que lugar ocupo en esta relación? “
“ No estar sola/o no es una buena razón para estar con alguien”.


La razón para querer que alguien se comprometa conmigo es el AMOR, es la elección compartida de un “proyecto en común”, no es el llenar un vacío que dejó alguien o algo en mi vida.
A veces creo que el miedo al compromiso es el miedo a no poder decir:
“ Mi proyecto no es este, mi proyecto no te incluye o mi proyecto no te incluye todavía”
Y será cuestión de poder hablar de esta historia y no de escaparse del tema o tal vez hablar un poquito nada más del tema para no llegar a comprometerse.


Finalmente , COMPROMISO tiene que ver con RESPONSABILIDAD, es decir;
responder por lo que decido. NO significa estar obligado a nada, no significa mantener esta decisión infinitamente, significa ir chequeando cada día quién soy a través de lo que decido y de lo que elijo.

“Hay personas que les gusta pensar que han sido elegidas una vez y para toda la vida, y hay otras que preferimos despertarnos a cada mañana y confirmar; que esta mañana, también he sido elegido Una Vez Más, por la persona que amo”.

Del programa:
” El buscador” de Jorge Bucay

La autodependencia

Autodepender significa establecer que no soy omnipotente, que me sé vulnerable y que estoy a cargo de mí.
Yo soy el director de esta orquesta, aunque no pueda tocar todos los instrumentos, tengo la batuta.
Yo soy el protagonista de mi propia vida, aunque no soy el único actor de mi película.
Autodependencia significa dejar de colgarme del cuello de los otros. Puedo necesitar su ayuda en algún momento, pero mientras sea yo quien tenga la llave, esté la puerta cerrada o abierta, nunca estoy encerrado.

Autodependencia significa contestarse las 3 preguntas esenciales básicas, y en este orden:

  • Quién soy
  • Adónde voy
  • Con quién

Cuidado con tratar de decidir adónde voy según con quién estoy. Cuidado con definir quién soy a partir de quién me acompaña.
Para saber quién soy, hace falta poder escuchar. Cuanto más te muestre de mí y más te escuche, más voy a saber de mí. Y cuanto más sepa de mí, de mejores maneras voy a estar a cargo de mi persona y menos dependiente seré del afuera. Solamente si me conozco voy a poder transitar el espacio de aportarte lo mejor que tengo.

Para autodepender, voy a tener que pensarme a mí como el centro de todas las cosas que me pasan y no dejarme manipular. He de tener la capacidad de defender el lugar que ocupo y la persona que soy, de tener fuerzas para no dejar de ser el que soy para complacer a otros. He de afirmarme en mis decisiones, tener criterio propio y cuidar mis espacios de invasores y depredadores. He de tener el coraje de ser quien soy.

No nos vamos a quedar sin posibilidad de amar a los otros si nos amamos a nosotros mismos.

Para poder ayudarte, pedirte, ofrecerte, para poder darte lo que tengo para darte y poder recibir lo que tú tengas para darme, primero voy a tener que conquistar este lugar, el lugar de la autodependencia.

Voy a tener que concederme a mí mismo algunos permisos para permitirme ser auténticamente quien soy:

  • Permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.
  • Permiso de sentir lo que siento en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar
  • Permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene
  • Permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos
  • Permiso de buscar lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien me dé el permiso para obtenerlo
Ninguno de estos permisos incluye mi derecho a que otro sea como yo quiero, a que otro sienta como yo siento, a que otro piense lo que a mí me conviene, a que otro no corra ningún riesgo porque yo no quiero que lo corra, o a que otro me pida permiso para tener lo que necesita. Estos permisos no pueden incluir el deseo de que el otro no sea una persona, la intención de esclavizar a otro. Porque mi autodependencia irremediablemente me compromete a defender la tuya y la de todos.

Somos cómplices obligados de todo lo que nos sucede porque de una manera o de otra hemos elegido.Y siempre hay un precio que pagar. Pero precisamente porque es mi decisión es que tiene mérito. Mi historia personal puede condicionar mi elección, pero no me quita la posibilidad de elegir, ahí está mi libertad y soy responsable de mis elecciones.
Es importante empezar a darnos cuenta que nuestra relación con el mundo, con los demás en realidad es hacer cosas "con" los otros. Y que este "con el otro" es autónomo, que depende de nuestra libre decisión de hacerlo.
Que no hago las cosas por ti y que por eso no me debes nada.
Que no haces las cosas por mí y por eso no te debo nada.
Que en todo caso, hacemos las cosas juntos. y estamos alegres por eso.
Aprender a caminar juntos será nuestro nuevo desafío…

El amor concede, empuja, fomenta que aquellos a quienes yo amo transiten también espacios cada vez menos dependientes. No intentaré que me temas, ni que me odies, ni que me necesites, ni me haré la víctima para que me tengas lástima… me conformaré con que me quieras o no. Y en todo caso, si no me quieres, no te angusties por mí… siempre habrá alguien capaz de quererme…

Resumen del libro:
 "El camino de la autodependencia" 
Jorge Bucay