jueves, 3 de julio de 2014

El mundo debería ser a mi manera

Muchas veces sin darnos cuentas nos comportamos como si fuéramos los amos del mundo y todo que en el existe, incluyendo todas las personas a nuestro alrededor. Esto por supuesto es una reacción inconsciente. Se manifiesta porque queremos que todo funcione de la manera en que esperamos y que las personas reaccionen de acuerdo a los estándares que nosotros les hemos impuesto.

Esto podría llamarse la enfermedad de "debería." Un ejemplo de esto es si nuestra mejor amiga no nos llama por teléfono. La forma normal de reaccionar es llamarla o esperar a que nos llame. Las personas que esperan que el mundo gire a su voluntad piensan de la siguiente forma "mi amiga me debería haber llamado. Mi amiga debería de acordarse de mi, debería de ....." Cuando pensamos que las personas deberían de haber actuado de cierta forma en realidad estamos sugiriendo que deberían de comportarse de la forma que esperamos.

Cuando nos hacemos dependientes del "debería" le fijamos estándares a las otras personas. No las estamos aceptando tal y como son, queremos que sean como nosotros lo deseamos.

Por mucho que deseemos cambiar a la gente, no va a cambiar. Cada persona ha desarrollado una personalidad basada en la experiencia de su vida y sus genes. Y además quienes somos nosotros para que le impongamos a alguien como debe comportarse. Por lo tanto no tenemos el poder ni la autoridad para imponer estándares a otras personas. Si empezamos a esperar que la gente actué como nosotros queremos estamos sufriendo innecesariamente.

La próxima vez que alguien no actué como tu "esperabas" no te sientas enojada o decepcionada. Menos pienses que esa persona tiene algo en contra tuya. Lo mas seguro es que esa persona ni siquiera se de cuente que te ha molestado.

Cuando imponemos estándares en otras personas, estabas imponiéndonos decepción. Respeta a cada persona y su individualidad. En realidad los estándares que les ponemos a las otras personas están basados en nuestras debilidades. La próxima vez que te sorprendas pensando (o hablando) en los términos "debería" acerca de otra persona, detente y examina si estas en lo justo

Desconozco a su autor