jueves, 6 de junio de 2013

Los otros

Cuando en otras personas encuentras virtudes o defectos,
estás viendo el reflejo de algo que navega en tu interior,
algo que duerme y se despierta sin que te des cuenta,
algo que cuando se reconoce en el espejo del mundo,
te habla con un código que percibes como emociones.
Si los atributos que hallas en otros no estuvieran ya en ti,
te sería imposible reconocerlos, porque el alma descubre
sólo aquello que ya posee.
Y esto vale para la virtud y para el defecto.
Tus ojos están separados, pero tu mirada es una sola.
Si miras bien aquello que te separa de los otros,
descubrirás lo mismo que te une a ellos:
lo que te diferencia es lo mismo que te atrae.

Lo que ves en los otros, es simétrico a lo que abunda dentro de ti,
y así como la boca de un hombre habla de lo que lleva en su corazón,
tu mirada hacia el mundo es el destello de tus espejos interiores,
donde aquello que amas y odias en las personas
es lo mismo que amas y odias en ti.
Si así no fuera, ¿para qué perderías tiempo y esfuerzo
tratando de diferenciarte de los demás?
Tus intentos de separarte son combates inútiles,
y te hunden en el sufrimiento pasivo. Ninguna flor se abre en ese jardín.

Observa: hay una moral perversa que educa a los hombres
para ver lo peor o lo mejor de sí mismos,
pero nunca las dos cosas al mismo tiempo.
Mientras insistas sobre aquello que consideras negativo
en los otros o en ti, sólo lograrás aumentar su poder sobre ti.
Si quieres matar al monstruo, déjalo morir de hambre;
no sigas nutriéndolo con la fuerza de tu pensamiento.
Más te vale seguir el ejemplo de aquello que se abre
hacia su futuro luminoso, como una flor nacida en el desierto,
que no pide permiso al destino para asomarse a la vida.

Jorge Bucay
Libro: “El Buscador”


El don de una estrella

Nada ni nadie puede dañarte, sólo tú a ti mismo.
Se celoso de tu tiempo, porque es tu mayor tesoro.
Todos los grandes éxitos resultan de compartir,
amar y saber perseverar pensando en las metas
(las tuyas… por supuesto).
Siempre que culpes a los demás por tu situación;
te sentirás mal porque tu eres lo que eres por decisión tuya
(aunque no lo creas).
Vive todos los días como si fuera el primer día de tu vida
y trata con ternura a los que te rodean.
Ama a todos, incluso a los que te repudian,
el odio no te lo debes permitir.
Aprende que el que da con una mano…
posiblemente recogerá con las dos.
Recuerda que se necesita muy poco para llevar una vida feliz.
Mira hacia arriba. Camina siempre hacia adelante.
Aférrate a la vida con sencillez y recorre en silencio
tu sendero hacia la eternidad, con caridad y una sonrisa.

Todos tenemos el poder y la facultad de elegir,
nosotros somos capaces de gobernar nuestro propio destino
mediante nuestras decisiones: todo está en nuestras manos,
¡Hazte responsable! Tú tienes la gracia y/o la facultad de elegir.
Da algo de ti cada día al mundo en que vives y tu vida aquí…
estará llena de armonía, satisfacción y amor.
No es necesario que seas famoso o un genio para cumplir
tu propio destino, todo lo que tienes que hacer es utilizar
tus facultades lo mejor que puedas.

Si eres hábil con el martillo “construye”;
Si eres feliz sobre las aguas: “pesca”;
Si la pluma es tu vocación ¡escribe!
Ahí donde tus fortalezas se ocultan aliméntalas
con disciplina y esfuerzo, que la recompensa es convertirse
en un ser inmensamente feliz.
El ser feliz no es un don que se les ha dado solo algunos,
es una heredad que se nos a brindado a todos,
sólo tienes que hacerla valer.

Og Mandino