El mejor corredor es aquel que avanza con una meta concreta: llegar.
El mejor corredor no es la persona incansable que no se resiente por nada,
no es aquel que tarda menos tiempo en llegar.
No es aquel que olvida a sus compañeros de carrera,
tampoco es el más robusto y fuerte físicamente.
El mejor corredor es aquel que sencillamente... corre,
con lo que puede, con lo que tiene y es;
aquel que tiene un objetivo concreto de llegada.
Aquel para quien la meta se hace motivo de sus sueños e ideales.
El mejor corredor no es el que no se cansa
ni el que llega el primero. Sino el que sencillamente... corre.
Tú eres el mejor corredor de tu propia vida,
tú el que sueñas con esa meta cargada de ilusiones y generosidad.
Eres fuerte, valiente, tenaz y constante y... llegarás a la meta.
Recuerda que no vas solo en la carrera,
que otros como tú tenemos sueños e ideales que compartir contigo.
Que a pesar de nuestras fuerzas físicas-psíquicas...
por encima de ellas se encuentra Aquel que todo lo puede.
Y aquel que todo lo puede... corre a nuestro lado.
Corre, no te ancles, si no puedes ir deprisa... ve despacio, a tu ritmo.
Nadie te pide que llegues a la meta ahora mismo,
ni en unas condiciones concretas.
Tú quieres y yo quiero que corras, sencillamente... correr.
No vas solo, muchos corremos a tu lado,
refresca tu sed con el alivio y consuelo de Dios.
Descansa cuando sientas que tienes menos fuerzas pero...
... no dejes de correr.
Encar
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