martes, 14 de mayo de 2013

Conduciendo nuestras vidas

Su vida es importante, usted ocupa un lugar en el orden universal, usted se encuentra aquí, y ahora, cumpliendo una misión fundamental para quienes giran a su alrededor; todo lo que usted hace o dice, deja de hacer o de decir, influye o afecta positiva o negativamente en alguna otra persona. Usted tiene una gran responsabilidad en el orden del universo. Nada es intrascendente, nada es en vano. Piénselo.

Cada persona que conoce y con quien se relaciona, trae consigo una lección importante para usted, algo que vale la pena aprender o algo que deberíamos evitar. No somos jueces, ni fiscales, ni supervisores de la vida de los demás, aprendamos discretamente la lección que cada ser humano representa, aprovechemos lo bueno de cada quien y procuremos evitar lo negativo, pero sin emitir juicios. Mejoraremos cada día un poco más.

Cultive hoy, de manera especial, su energía amorosa, sea amable, cordial, gentil, cariñoso, paciente y tolerante con las personas que le rodean; hoy, de manera especial, sea comprensivo con los demás, y ante todo hoy procure perdonar aquel detalle, aquella actitud, aquel evento que aún afecta su alma y perturba su paz interior. Perdone ya, de una vez, perdone y olvide

Usted es el conductor, el guía, el faro y la brújula de su vida; usted es el presidente ejecutivo de esa importante empresa que es su vida; usted es además el motor y la hélice para el desarrollo, avance y crecimiento de su vida. Hágase responsable de lo que dice o deja de decir, actúe con responsabilidad en lo que hace o deja de hacer. Su vida sólo depende de usted mismo y usted posee, en su interior, las capacidades suficientes para hacerla feliz y agradable, tanto como se lo proponga y desee serlo.

Desconozco a su autor

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