lunes, 3 de junio de 2013

A orillas del río piedras…. de Paulo Coelho

(Fragmento)

…Sólo entendemos del todo el milagro de la vida
cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol,
un momento en el que es posible cambiar
todo lo que nos hace infelices.

Todos los días tratamos de fingir
que no percibimos ese momento,
que ese momento no existe, que hoy
es igual que ayer y será igual que mañana.

Pero quien presta atención a su día,
descubre el instante mágico.

Puede estar escondido en la hora en que metemos
la llave en la puerta por la mañana,
en el instante de silencio después del almuerzo,
en las mil y una cosas que nos parecen iguales.

Ese momento existe: un momento en el que
toda la fuerza de las estrellas pasa
a través de nosotros y nos permite
hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición,
pero por lo general es una conquista.
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar,
nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles,
vamos a afrontar muchas desilusiones…,
pero todo es pasajero y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás
con orgullo y fe.
Pobre del que tiene miedo de correr riesgos.
Porque ése quizá no se decepcione nunca,
ni tenga desilusiones,
ni sufra como los que persiguen un sueño.
Pero al mirar hacia atrás oirá que el corazón le dice:

“¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró
en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que
tu maestro te confió? Los enterraste
en el fondo de una cueva,
porque tenías miedo de perderlos.
Entonces, ésta es tu herencia:
la certeza de que has desperdiciado tu vida”.
Pobre de quien escucha estas palabras.
Porque entonces creerá en milagros,
pero los instantes mágicos de su vida
ya habrán pasado.

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