domingo, 9 de febrero de 2014

Hoy todo me molesta por Merlina Meiler

¿Viste esos días en los que todo te molesta?

¿Que te enojas por cualquier actitud o comentario, sean bienintencionados o no?

¿Qué parece que el mundo ha conspirado en contra de ti, para sacarte de tus casillas?

¡Yo también tengo esos días!

A continuación, algunas ideas útiles sobre cómo lidiar con ellos.

- Ten en cuenta que cuando esto sucede, en realidad, suele haber una sola persona que causa tu desazón (tal vez ya te hayas dado cuenta si tu falta de paciencia o tu pesar apuntan siempre en la misma dirección). Es bastante fácil darte cuenta de quién es, ya que provoca tu irritación o logra que te afloren pensamientos negativos recurrentes constantemente.

- Una vez hayas identificado a este ser, ya puedes sentir el primer alivio. ¡Tus reacciones hacia los demás eran tan solo un reflejo de lo que está sucediendo en ese frente! Seguramente, tu actitud hacia todos los que te rodean irá modificándose gracias a tu posición más relajada y a, de una vez por todas, poder centrarte en la relación problemática para alcanzar una solución razonable.

- Volviendo al frente que genera tu incomodidad, es necesario que descubras qué es exactamente lo que te irrita. Nadie molesta por el mero hecho de respirar o de hablarte. Hay algo que ese ser ha hecho, hace frecuentemente o no hace y consideras que debería que atenta contra tu tranquilidad interior. Este es, a las claras, el motivo que tuerce tu comportamiento hacia lugares en los que no te agrada estar.

- En este momento deben estar presentándose ante ti imágenes del nudo central que sientes que te ata de pies y manos y que condiciona tus comportamientos. En el caso de que se trate de una situación pendiente o de un tema vencido que requiere tu atención y solo depende de ti, pues deja de procrastinar y haz lo que está en tus manos para devolverte la paz que tanto bien te hará.

- Incluso, alguna dolencia física que te esté aquejando aminorará o desaparecerá, ya que los sentimientos inflamados y las irritaciones externas, por lo general, se reflejan de algún modo en nuestro cuerpo.

- Ya sabes por dónde empezar para dar un vuelco saludable a lo que provoca tu malestar y, por consiguiente, a todas las demás áreas de tu vida.

- Entonces, ¡manos a la obra!

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