Es vivificante el reconocer que otra persona es un ser humano bueno y decente, pero es indispensable que te des cuenta que tú también puedes ser aceptado por otros.
Es un deleite el descubrir gente que es digna de respeto, de admiración y de ser querida, pero es vital que te des cuenta que tú también mereces esas cosas.
Porque no puedes tú vivir en ninguna otra persona.
No puedes encontrarte a ti mismo en ninguna otra persona.
Nadie puede hacer que tú vivas tu vida.
De todas las personas que conocerás en tu existencia, tú eres la única a la que nunca dejarás o perderás.
A las preguntas de tu vida, tú eres la única respuesta, a los problemas de tu vida, tú eres la única solución.
"Sólo... tú !"
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