lunes, 5 de octubre de 2015

Conversar ( I )

Generalmente hablamos mucho. ¡Pero qué pocos saben conversar! A veces ese intercambio, esa amistosa comunicación, resulta fatigosa, frívola, sin esencia, hipócrita y hasta irritante. En algunos casos faltan hasta la caridad cristiana y el amor al prójimo. ¡Qué lejos está eso de llenarnos el corazón y enseñarnos ese renovado florecer de conversar a profundidad, mostrando las heridas, dejando correr las lágrimas y quedando al descubierto todo ese mundo interior que nos sacude!

La conversación es como un don mullido por las palabras íntimas, sinceras. Un golpe de llamada es suficiente para darnos cuenta de que en el corazón amigo hay una lámpara encendida para mí.

A veces está en nosotros la causa de nuestros males, y la conversación es ese tronco fuerte que entreteje palabras para llevarnos de las sombras a la luz. Cuando se nos rompen las razones y se nos acaban las fuerzas, es el momento de conversar, de abrir ese cofre inestimable de la amistad que siempre guarda algo que pueda servirnos: paz, equilibrio, suavidad, amor.

Zenaida Bacardí de Argamasilla

jueves, 17 de septiembre de 2015

El Arte de la Serenidad (III)

Es más tolerable y más fácil no adquirir que perder.

Que no se apodere de nosotros la inconstancia, vicio en extremo 
enemigo de la serenidad.

Quien se dedica a muchas cosas, a menudo entrega a la suerte el 
dominio de sí mismo.

Es propio del hombre reírse de la vida antes que lamentarse. Es mejor aceptar con tranquilidad las costumbres públicas y los 
defectos humanos, y que no se escapen involuntariamente ni la risa ni 
las lágrimas.


En tus males conviene que te conduzcas de tal modo que des al 
dolor sólo cuanto la naturaleza ordene, no cuanto ordene la 
costumbre.

No es grata y segura la vida de quienes viven siempre bajo una 
máscara.

Hay que mezclar y alternar estas cosas: la soledad y la compañía 
de la multitud.

No hay que tener la mente en la misma tensión constantemente.

Hay que dar un alivio a nuestros espíritus: tras haber descansado 
surgen los mejores y más vivos proyectos.

A través de las ocupaciones se pasa la vida.

Ante todas las cosas es necesario evaluarse a uno mismo, porque 
las más veces nos parece que podemos más de lo que en verdad podemos.

Los patrimonios, causa máxima de las aflicciones humanas.

La mejor medida del dinero es no caer en la pobreza ni alejarse 
demasiado de la pobreza.

¡Qué tarde es comenzar a vivir cuando hay que abandonar la vida!
Séneca


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Solamente ten Fe

Tantas veces caminamos en esta vida sin rumbo, sin saber a dónde vamos y sin embrago, buscando la felicidad.

La encontramos,sí, pero la intentamos encontrar en nosotros mismos... hasta que un día, uno de esos días, en que todo parece caerse, nos encontramos a alguien que nos dice "Solamente ten fe". Y con estas palabras, que pueden resonar de mil maneras en nuestro corazón, entonces, sólo entonces, empieza a tomar sentido nuestra vida, nuestra existencia. La vida toma tonalidad, color, belleza...

Quien ha descubierto esto, ha descubierto la Vida.

Desconozco a su autor

miércoles, 8 de julio de 2015

¡Alto! ¿Dónde vas sin metas? (II)

Triunfar significa mantener una verdadera armonía entre muchísimos factores. Entonces si queremos triunfar, vamos a plantearnos en serio nuestra vida, ya que se vive sólo una vez.

Plantémonos ideales que realmente valgan la pena, que realmente nos sirvan para llevar una vida plena y más útil. Establezcamos metas en función de nuestras propias necesidades, de nuestro interés específico, del ambiente en que nos desenvolvemos. No copiemos. Seamos nosotros mismos, auténticos y no permitamos que nadie anule nuestro juicio personal.

Sabemos que no es fácil, pero aún estamos a tiempo. Al igual que las grandes empresas, empecemos a planear el futuro, planifiquemos actividades a mediano y largo plazo. Organicemos planes y programas y cumplámoslos en la medida de nuestras posibilidades.
Elijamos correctamente nuestros objetivos; pues el no hacerlo nos llevará a una existencia gris y sin perspectivas y nos llevará inevitablemente a un descontento con nosotros mismos, que se reflejará en nuestra propia autoestima, en el carácter y hasta en la salud.

Para conocer cuáles son nuestras metas en la vida, hagamos una lista objetiva y sincera, que ésta se convierta en una verdadera declaración de principios y no en un pedazo de papel en el que hay un puñado de esperanzas; allí estará el programa de nuestra vida.
Haciendo esto estaremos dando el paso que marca el principio de una existencia plena y feliz. Ánimo,
¡SOMOS INVENCIBLES!

Mons. R. Emiliani


sábado, 4 de julio de 2015

Se necesita silencio (II)

Se necesita silencio para admirar los gestos sencillos, pero cargados de amor que mucha gente en la vida realiza. Se necesita silencio para que el esposo escuche los latidos del corazón amoroso y tierno de su esposa, su fidelidad, su paciencia y viceversa. Por falta de silencio se ahogan oportunidades maravillosas de amar, porque el ruido nos impide pensar, el ruido nos impide reflexionar, el ruido nos impide en definitiva amar.

Necesitamos silencio para escuchar la voz del que sufre, la voz del que padece, el lamento del que nos necesita. Hay mucho lamento de soledad, de miedo, de dolor, de hambre, y de vacío. Hay mucha gente que sufre y el ruido en que vivimos nos impide contemplar el sufrimiento y el dolor de tanta gente. Necesitamos silencio para escucharlos.

Necesitamos silencio porque la lengua es un arma muy peligrosa, y fijémonos cómo usamos nuestra lengua. ¿Qué decimos?, ¿Cómo lo decimos?, ¿Qué transmitimos generalmente? Muchas veces transmitimos angustia, sospechas, miedos, intrigas, tensión. Y muchas veces no dejamos que los demás hagan su silencio. Con nuestro ruido robamos a los otros la paz que podrían tener.

En el silencio se han concebido las grandes obras artísticas, científicas y filosóficas. En el silencio muchos hombres se han hecho grandes, porque han podido pensar.

¿Por qué no haces del silencio tu mejor aliado en esta sociedad tan ruidosa? En el silencio encontrarás la paz, el equilibrio y la serenidad.

Desconozco a su autor


jueves, 25 de junio de 2015

La mujer

La mujer no quiere una mirada, quiere una sonrisa.
La mujer no quiere compañía, quiere presencia.
La mujer no quiere llanto, quiere lágrimas
La mujer quiere, lo que es más sencillo, otorgar.
La mujer no busca una mano, busca tacto.
La mujer no busca momentos, espera acontecimientos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría.
La mujer ofrece, lo que siempre has podido dar.
La mujer no desea un cuerpo, desea un abrazo.
La mujer no desea halagos, desea palabras.
La mujer no desea unos labios, desea un beso.
La mujer no desea ser persona, desea ser mujer.
La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo.
La mujer no espera pasión, espera romance.
La mujer no espera sexo, espera amor.
La mujer no espera belleza, espera la hagan sentir bella.
La mujer es mujer, no la trates como a un hombre.
La mujer es mujer, no es física, es sentimental.
La mujer es mujer, no es cuerpo, es corazón.
La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te traten.
La mujer no es para poseer, es para admirar.
La mujer no es para convencer, es para amar.
La mujer no es para conocer, es para entender.
La mujer no es lo que tú crees, ella es mucho más.
La mujer no es un rostro, es un todo.
La mujer no es difícil, es misteriosa.
La mujer no es tacto, es caricia.
La mujer no es la espina, es la rosa.

Autor desconocido


miércoles, 27 de mayo de 2015

Actitud positiva

Normalmente encontramos dos clases de personas en la vida:

1. Las que siempre esperan lo peor en cualquier situación.
2. Las que imaginan lo mejor y esperan lo positivo.

¿En cuál grupo estás? ¿Con los pesimistas o con los optimistas?. Ojalá seas de aquellos que cuando se propone algo bueno comienzan a generar ideas para ver como se puede hacer.

En efecto, es desesperante tratar a los que buscan razones y sinrazones para mostrar que algo no se puede hacer.

Ojalá un día lluvioso sea para ti un dia diferente y no un día terrible. Ojalá veas en cada obstáculo un desafío y no un problema.

Está demostrado que atraemos lo que pensamos. De ahí que sí esperas lo peor vas a encontralo. Elige concentrarte en lo positivo.

Pobre de ti si en cada heridita ves ya una hinchazón, en cada resfriado una pulmonía y en cada llovizna una tempestad.

Ten presente que el optimista siempre gana ya que suponiendo que las cosas se agraven el no anticipar su dolor ni su angustia. Elige contemplar la cara risueña de la existencia.

Autor desconocido


miércoles, 20 de mayo de 2015

Mas allá del dinero

Se cuenta una preciosa historia de una familia pobre que tenía la facultad de tomar todas las cosas por su lado positivo. Una mujer rica se interesó por ayudarlos.

Un día la visitó un vecino de la familia pobre y le dijo a la señora que no les ayudara porque la estaban embaucando.

“Los niños de aquella familia siempre comen cosas deliciosas, lujos que ni yo puedo permitirme” – dijo el vecino -. La mujer rica fue a visitar esta familia al mediodía.

Estaba parada junto a la puerta, a punto de llamar, cuando oyó que una de las niñitas le preguntaba a otra:”¿Te vas a servir carne con puré hoy?” “No, creo que comeré pollo asado” respondió la otra niña. Al oír eso la mujer golpeó la puerta y entró inmediatamente. Vio a las dos niñas sentadas a la mesa en la que habían unas pocas rebanadas de pan seco, dos papas frías, un jarro de agua y nada más.

A sus preguntas contestaron que imaginaban que su pobre comida era toda suerte de manjares y el juego hacía que la comida les fuera un verdadero festín. “Usted no sabe lo delicioso que es el pan cuando una lo llama torta de frutillas.” ” Pero es mucho más rico si lo llamas helado de crema”, dijo la otra niña.

La señora rica salió de allí con una nueva idea de lo que significa el contentarse con lo que se tiene. Descubrió que la felicidad no está en las cosas, sino en los pensamientos.

No pidamos que cambie nuestra suerte, pidamos ser transformados nosotros.

Autor desconocido

viernes, 8 de mayo de 2015

Pensamientos y reflexiones cortas

Algunas veces los errores son tan grandes, que dudas en pedir perdón, pero nunca es tarde para hacerlo.

El día que tu aprendas a perdonar tus propios errores, podrás perdonar a quien más te ha herido, y comprenderás que tal vez mas daño hiciste tú y ese alguien aún no te ha perdonado.

Los sueños y la perseverancia son una poderosa e irrefrenable combinación.

Quien se olvida de sus amigos, se olvida de su pasado; pero pierde un poco de su futuro…

El carácter no se desarrolla en la serenidad y la tranquilidad. Solo a través de experiencias de sufrimientos podemos fortalecer el alma, aclarar nuestra visión, obtener inspiración para nuestras ambiciones y alcanzar el éxito.

El peor enemigo del hombre es el dinero…pero es con el que más disfruta.

Cuando en la vida te encuentres haciendo algo que sabes es malo y te este saliendo bien, es motivo de preocupación, porque tarde o temprano descubrirás el horror que hay detrás de todo lo que hiciste o provocaste.

En la vida hay un tiempo para todo, para nacer, para admirar todo lo hermoso que nos rodea, para aprender de nuestros errores, para llorar y para sonreír, lo importante es que no nos adelantemos y sepamos esperar por cada uno de esos momentos.

Ningún viento es favorable para quien no conoce el puerto al que quiere arribar.

Considera los problemas como una parte inevitable de la vida y repite las palabras más estimulantes que hay: “Esto también pasará”.

Las personas que se abren camino en el mundo son las que buscan las circunstancias que necesitan y, si no las encuentran, las crean.

Déjate llevar por los sentimientos pero no te vuelvas esclavo de ellos.

Lo que te define no es lo que haces, sino la forma de como te levantas después de caer…

La vida es como un juego de naipes, en la cual te dan cartas buenas y cartas malas. Algunas veces no tienes las cartas que te hubiese gustado tener, pero lo primordial no es cuantos naipes, ni que tan buenas cartas tengas en determinados momentos de la vida, sino que tan bien sepas jugar esas cartas en esos determinados momentos.

Para que esperar por el mañana, si el mañana es hoy, y si hoy no haces nada por cambiar el mañana, mañana seguirás haciendo Nada.

Empezamos a amar no cuando encontramos una persona perfecta. Si no cuando aprendemos a ver perfectamente a una persona imperfecta.

Un hombre vale lo que el ideal por el cual esta dispuesto a dar su vida.
Si un hombre no ha encontrado algo por lo que moriría, entonces no merece vivir

La violencia y la Guerra, es la principal muestra de incapacidad para resolver problemas de las personas y las naciones.


martes, 21 de abril de 2015

El éxito

El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina.

No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes,
ni a la sangre heredada,
ni al colegio o la universidad donde estudiaste.

No se debe a las dimensiones de tu casa o
a cuantos carros quepan en tu garaje.

No se trata de si eres jefe o subordinado;
o si eres miembro prominente de clubes sociales.

No tiene que ver con el poder que ejerces
o si eres un buen administrador o hablas bonito,
si las luces te siguen cuando lo haces.

No es la tecnología que empleas.

No se debe a la ropa que usas,
ni a los grabados que mandas bordar en tu ropa,
o si después de tu nombre pones unas siglas
deslumbrantes que definen tu estatus social.

No se trata de si eres emprendedor,
hablas varios idiomas,
si eres atractivo, joven o viejo.

El éxito...

se debe a cuánta gente te sonríe,
a cuánta gente amas y
a cuántos admiran tu sinceridad y
la sencillez de tu espíritu.

Se trata de si te recuerdan cuando te vas.

Se refiere a cuánta gente ayudas,
a cuánta evitas dañar
y si guardas o no rencor en tu corazón.

Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños.

De si tus logros no hieren a tus semejantes.

Es acerca de tu inclusión con otros,
no de tu control sobre los demás.

Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón,
si fuiste egoísta o generoso,
si amaste a la naturaleza y
a los niños y
te preocupaste de los ancianos.

Es acerca de tu bondad,
tu deseo de servir,
tu capacidad de escuchar y
tu valor sobre la conducta.

No es acerca de cuántos te siguen
si no de cuántos realmente te aman.

No es acerca de transmitir,
sino cuántos te creen
si eres feliz o finges estarlo.

Se trata del equilibrio de la justicia
que conduce al bien tener y al bien estar.

Se trata de tu conciencia tranquila,
tu dignidad invicta y
tu deseo de ser más, no de tener más.

¡Esto es éxito!

Anónimo

lunes, 16 de marzo de 2015

Las modas

Jacinto tenía un viejo teléfono móvil. Como el celular le daba el servicio necesario, no le preocupaba que estuviera pasado de moda. Sin embargo, sus colegas lo molestaban y se burlaban cuando extraía su "pisapapeles" del maletín. Llegó a sentirse tan avergonzado que hace poco lo cambió por un Iphone4.

Dice así el Dr. Alejandro Morton: la crisis en el mundo se debe, entre otras cosas, a la inseguridad que las personas tienen sobre ellas mismas; su continua necesidad de comprar jamás será satisfecha porque esperan que la satisfacción personal venga de lo comprado, y jamás será así.

A nivel social, no nos hemos dado cuenta de que ese impulso descontrolado por comprar es, en el fondo, la causa profunda de la crisis económica que ha cundido ya por todo el mundo, alimentada por un sistema financiero insaciable que facilitó recursos para que compraran quienes no tenían con qué".

Pocas cosas hay más estresantes que tratar de mantenerse a la moda en ropa, calzado, accesorios, tecnología, viajes, comidas, restaurantes, casas, muebles, autos y todo lo añadible. Quien tiene dinero en exceso puede comprar, usar y desechar, pero quienes vivimos sujetos a un presupuesto debemos cuidar qué compramos y entender por qué y para qué lo compramos.

En efecto, la presión social existe, pero debemos preguntarnos cuánto nos presiona y cuánto nos dejamos presionar.

¿Cuál es el problema de que se rían de nuestro viejo teléfono móvil? La risa es buena y si no les gusta el móvil, pueden bromear a costa de él y criticar el aparato, a su dueño o a ambos. El problema es de ellos, no del dueño del teléfono móvil, a menos que éste lo acepte.

Desafortunadamente, hoy día uno se refiere a las personas por sus posesiones: "Es el chico del descapotable rojo" o "La señora que usa ropa de marca y tiene una casa enorme" o "Es el director que siempre va a la moda". Es decir, su personalidad no emana de lo imprescindible, sino de lo prescindible. Lo primero no se compra en ningún lado; lo segundo en cualquiera, si se tiene los medios para hacerlo.

Un amigo muy cercano es multimillonario, pero nosotros lo averiguamos por accidente tras años de conocerlo. Es sencillo, generoso, adaptable a todo y disfruta lo disfrutable. Jamás presume y nunca hace alarde de nada porque tiene muy claro qué cosas son importantes en su vida. Las trampas de la presión social siempre han estado ahí. Caen en ellas quienes no se conocen a sí mismos y tienen una escala de valores centrada en lo social y en su desarrollo han tenido carencias afectivas.

El vacío personal no lo llena ni los armarios repletos, ni los automóviles lujosos, ni las joyas exclusivas, ni los accesorios de lujo.
La satisfacción de los consumidores insaciables no viene de poseer las cosas, sino de presumirlas ante los demás.

¿Tiene usted un teléfono móvil del que sus "amigos" se ríen cuando lo usa? Ríase con ellos y úselo hasta que guste. ¿Le duelen las burlas? Entonces cambie de amigos, no de teléfono móvil...

Desconozco su autor

sábado, 14 de marzo de 2015

El bosque mágico de la mente

El concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras y aunque hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, los gozos de unos pueden ser la pesadilla de otros; así, el escalador es feliz arriesgando su vida para vencer a la montaña mientras que una persona normal sentiría pánico por verse expuesta a esos riesgos.

Algunas personas son felices llevando una vida tranquila y segura mientras otras se mueren de aburrimiento si no hay en su vida cambios, novedades y fuertes excitaciones.

La felicidad depende más de lo que ocurre dentro que de lo que nos sucede fuera; de las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la vida.

Depende de todos los misterios que viven en el Bosque Mágico de tu Mente.

Dentro de tu mente lo tienes todo. El sol y la luna, las montañas y los valles. Los colores del amanecer y las sombras de la noche. La alegría de las cascadas y la niebla espesa que empapa el alma de nostalgias infinitas.

Dentro de tu mente está la mano que te acaricia y la piel que tanto añoras.

Si buscas dentro de tu mente, siempre encontrarás razones para ser feliz y también para permanecer en la tristeza.

Porque tu felicidad no depende de lo que haces ni tampoco de lo que tienes. No depende de cómo sea tu cuerpo ni de que tengas más o menos dones. Sólo depende de lo a gusto que estés con lo que haces, con lo que tienes, con tu cuerpo y con tus dones.

Básicamente, la Felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir todo el Amor de la Vida que te ha permitido existir.

"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues pero que puede posarse a tu lado, si te sientas tranquilamente a mirar".

Nathaniel Hawthorne

¿Qué es el éxito?

"Yo creo que el éxito no está en lo económico. Yo creo que una persona no es de éxito porque le va bien en los negocios o le va bien profesionalmente o saca 10 en la escuela. Creo que eso es lo que menos vale. Lo que vale es tener los pies en la tierra, la familia - el concepto de familia-, los amigos. Apreciar las cosas que tienen valor verdadero, no material, no físico necesariamente".

Pienso que a este concepto bien le puedo añadir una reflexión que me regaló mi madre:

El éxito no tiene que ver con lo que mucha gente se imagina.

No se debe a los títulos nobles y académicos que tienes, ni a la sangre heredada o la escuela donde estudiaste.

No se debe a las dimensiones de tu casa o de cuantos carros quepan en tu garaje.

No se trata de si eres jefe o subordinado; o si eres miembro prominente de clubes sociales.

No tiene que ver con el poder que ejerces o si eres un buen administrador o hablas bonito, si las luces te siguen cuando lo haces.

No es la tecnología que empleas.

No se debe a la ropa que usas, ni a los grabados que mandas bordar en tu ropa, o si después de tu nombre pones las siglas deslumbrantes que definen tu estatus social.

No se trata de si eres emprendedor, hablas varios idiomas, si eres atractivo, joven o viejo.

El éxito... Se debe a cuánta gente te sonríe, a cuánta gente amas y cuántos admiran tu sinceridad y la sencillez de tu espíritu.

Se trata de si te recuerdan cuando te vas.

Se refiere a cuánta gente ayudas, a cuánta evitas dañar y si guardas o no rencor en tu corazón.

Se trata de que en tus triunfos estén incluidos tus sueños.

De si tus logros no hieren a tus semejantes.

Es acerca de tu inclusión con otros, no de tu control sobre los demás.

Es sobre si usaste tu cabeza tanto como tu corazón, si fuiste egoísta o generoso, si amaste a la naturaleza y a los niños y te preocupaste de los ancianos.

Es acerca de tu bondad, tu deseo de servir, tu capacidad de escuchar y tu valor sobre la conducta.

No es acerca de cuántos te siguen si no de cuántos realmente te aman.

No es acerca de transmitir, si no cuántos te creen si eres feliz o finges estarlo.

Se trata del equilibrio de la justicia que conduce al bien tener y al bien estar.

Se trata de tu conciencia tranquila, tu dignidad invicta y tu deseo de ser más, no de tener más."

ESTO ES ÉXITO.

Que maravilloso es el ÉXITO!

Desconozco su autor

jueves, 12 de marzo de 2015

El mejor

Uno de los deportes tradicionales de Alaska, es la tala de árboles.

Cuentan que un joven quería convertirse en un gran leñador, y oyó hablar del hombre que mejor manejaba el hacha en toda la región y decidió conocerlo y aprender de él.

- Señor si usted me permite - le dijo - quiero ser su discípulo, quiero aprender a cortar árboles como lo hace usted.

El joven aprendió las lecciones del maestro y después de algún tiempo creyó haberlo superado. Se sentía más fuerte, más ágil, y por ser más joven que su maestro, estaba seguro de vencer fácilmente al viejo leñador. Así fue que lo desafió en una competencia de 8 horas para saber cuál de los dos podía cortar más árboles.

El Maestro aceptó el desafío, y el joven leñador comenzó a cortar los árboles con entusiasmo y vigor. Entre árbol y árbol miraba a su Maestro, pero la mayor parte de las veces veía a su Maestro sentado. El joven volvía entonces a sus árboles, seguro de vencer, y sintiendo pena por su viejo maestro.

Al caer el día, para gran sorpresa del joven, el viejo Maestro había cortado muchos más árboles que él.
- ¿Cómo puede ser? - se sorprendió - ¡Casi todas las veces que lo miré, usted estaba descansando!
- No hijo mío, yo no descansaba. Estaba afilando mi hacha. Esa es la razón por la que has perdido.

REFLEXION
La diferencia entre un hombre y otro, no se encuentra en su fuerza o en su destreza al hacer las cosas, sino que consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia. La naturaleza, decían los antiguos, "no avanza a los saltos". Y el crecimiento "mucho menos".

La experiencia no consiste en lo que se ha conseguido, sino en lo que se ha aprendido. Porque lo importante no es llegar una vez, con el máximo esfuerzo; lo importante es conocer todos los senderos posibles, para llegar siempre a la cima disfrutando del paisaje. La historia de la humanidad demuestra que sólo triunfan aquellos que creen poder hacerlo. Que no hay crisis o profecía alguna que pueda con un hombre que tiene la determinación de triunfar. Que si enfrentamos la noche pensando en el fracaso, amaneceremos con el temor de fracasar.

El secreto de todo triunfo, es creer en uno mismo, es respetar nuestra intuición, es saber escuchar, es estudiar en profundidad cada situación, discernir, actuar con confianza, certeza y seguridad.

Ser conscientes de que si logramos vencer las dificultades que se nos presentaron ayer, venceremos sin duda las de hoy, y que cuando llegue el momento tan temido, se dará en nosotros la fuerza, la voluntad y el criterio necesario para superar todas las dificultades.

Desconozco su autor

lunes, 9 de marzo de 2015

¿Por qué los perros viven menos?

"Soy veterinario, y me llamaron para revisar un perro de raza Wolfhound Irlandés, llamado Belker.

Los dueños del animal, Ron, su esposa Lisa, y su hijito Shane, estaban muy encariñados con Belker y esperaban un milagro.

Examiné a Belker y descubrí que se estaba muriendo de cáncer. Le dije a la familia que no habría milagros con Belker, y me ofrecí para proceder a la eutanasia para el viejo perrito en la casa.

Mientras hacíamos los arreglos, Ron y Lisa me contaron que habían pensado si no sería bueno que Shane, de cuatro años, observara el procedimiento. Ellos creían que Shane podría aprender algo de la experiencia.

Al día siguiente, yo sentí un "nudo en la garganta" mientras la familia de Belker lo rodeaba.

Shane, el niño, parecía tan tranquilo, acariciando al viejo perrito por última vez, que imaginé si el entendía lo que estaba pasando.

Al ratito, Belker se fue, pacíficamente. El niño parecía aceptar la transición de Belker, sin dificultad o enojo.

Nos sentamos, al rato de haber fallecido Belker, hablando sobre el triste hecho de la vida de los animales, que sea más corta que la vida de los seres humanos.

Shane, que había estado escuchando silenciosamente, dijo:

"Yo se porqué."
Anonadados, lo miramos. Lo que dijo me asombró. Jamás oí una explicación más reconfortante.

Él dijo:
- "Las personas nacen para que puedan aprender a tener una buena vida, como amar a todo el mundo, todo el tiempo y ser bueno, ¿no es cierto?"

El niño de cuatro años continuó…
- "Bien, los perros ya nacen sabiendo como hacer éso, por lo tanto no precisan quedarse tanto tiempo."

Desconozco su autor


sábado, 7 de marzo de 2015

Agua mágica

En una aldea vivían un anciano y su anciana mujer.
Todo el día vivían discutiendo y gritándose el uno al otro: si el anciano decía una palabra, la mujer decía cinco; si el anciano le contestaba con diez, ella con quince. Todo con enojo, gritos, amenazas, sin acordarse a veces el por qué de la discusión.

¿Por qué peleamos? -preguntaba de repente el anciano,

¿Por qué?- ¡por tu culpa!, contestaba la anciana.

No- por la tuya, le respondía el anciano.

Y nuevamente la discusión, el enojo, los gritos. Día a día, año a año.

Un día, se cansaron los vecinos de tantos gritos y se dirigieron a la anciana:

-Escuchamos que en lo alto de la montaña, no lejos de aqui, vive un hombre sabio, que tiene en su poder "agua bendita y mágica" que logra curar a la gente de todo tipo de situaciones, a lo mejor puede lograr ayudarlos y poder de esta manera dejar ustedes de gritar y discutir.

Escuchó la anciana, las palabras de las vecinas, y se dirigió sola a la montaña a encontrar al hombre sabio.

-"¿Cómo puedo ayudarla?" -preguntó el anciano.

Le contó la anciana con lágrimas en los ojos, cuál era su problema con su esposo.

Escuchó el anciano sabio, y se dirigió a su casa, regresando al momento con una botella llena de agua. Dijo unas cuantas palabras mágicas, se la entregó a la anciana y le dijo:

-Toma esta botella de agua, simpática anciana, y cuando comience su esposo a pelear, discutir, maldecir, etc... toma unas gotas de esta botella, y mantén el agua en tu boca. No la escupas ni la tragues hasta que tu esposo se calme. Haz así cada vez que comience la discusión, si lo haces, ellas llegarán a su fin y dejarán de dicutir y pelear.

-¡¡¡Gracias!!! -le dijo la anciana, y regresó a su casa con la botella de agua mágica.

Cuando la escuchó su esposo entrar, comenzó con sus gritos: "¿dónde estuviste?, ¡¡¡por qué no está lista la comida!!!"
La anciana, sin contestarle, tomó un poco del agua y la mantuvo en su boca. Mientras el anciano seguía gritando y discutiendo. Y ella calló.

Vio el anciano que ella no le contestaba, y también calló.
La anciana preparó la comida mientras susurraba una alegre melodía.

Después de una hora, nuevamente empezó el anciano a pelearle, "¡Mira la casa!, ¡sucia y desarreglada!".
La mujer se sintió ofendida y quiso responderle, pero en vez de ello, tomó un poco del agua de la botella, y calló.

Vio el anciano que ella no le respondia, y también calló.

Y así ocurrió una y otra vez. Cada vez que él comenzaba a discutir, ella tomaba del agua y esperaba que él se tranquilice. Y cuando ella tenía ganas de discutir o gritar, tomaba del agua hasta calmarse.

Con el tiempo, dejaron los ancianos de discutir, pelear y gritar. Y aprendieron a vivir con una gran tranquilidad.

Ella le contó sobre el agua mágica y juntos decidieron subir a la montaña a agradecer al hombre sabio, por el agua mágica que cambió sus vidas.

"No es agua bendita o mágica la que les he dado, sino simple agua, la acción de controlarse es la que les enseñó a vivir sin peleas y gritos, dándose tiempo antes de responder, pensando qué y cómo decir las cosas"

Se miraron la anciana y su anciano esposo y sonrieron. Y así continuaron su vida juntos, con la importante enseñanza.

Desconozco su autor

miércoles, 4 de marzo de 2015

Siéntate te tengo una sorpresa

Pasó hace pocos días, en el mes de agosto de 2004. Un señor llega a su casa, en un rincón de Florida. Está cansado del trabajo, oprimido por el calor.

Su esposa le recibe, se acerca y le dice:

-Siéntate, te tengo una sorpresa.

Él se sienta en el sofá, y ella le trae... un vaso de agua con hielos.

A veces basta poco, muy poco, para que la vida sea más bella. Esta vez ha sido ella la que le ha dado una magnífica “sorpresa” a su marido. Mañana será él quien le diga a ella: «¿Salimos de compras? ¿A dónde quieres que vayamos?» Pasado mañana será el hijo que vive lejos: llama por teléfono a sus padres simplemente para decirles que está muy contento de poder hablar con ellos así, sin más, sin tener que dar ninguna noticia especial.

Sí: basta poco para que la llegada a casa no sea un momento de preocupaciones, sino de alegrías, de confianza, de amor.

Basta poco... Pero a veces no damos ese poco, porque no pensamos en el otro, o porque esperamos que nos sirvan sin que se nos ocurra antes que podemos ser los primeros en servir, o porque se nos ha oxidado un poco el amor y la ilusión de ofrecer algo a quien vive a nuestro lado.

«Siéntate, te tengo una sorpresa». No ha sido oro, ni un cheque, ni una corbata nueva. Ha sido, simplemente, un vaso de agua fresca. Un agua deliciosa, buena, pero, sobre todo, bañada de cariño...

P. Fernando Pascual

lunes, 2 de marzo de 2015

El segundo mandamiento del éxito

Debes aprender que, con paciencia, puedes mejorar tu destino.

Debes saber que, mientras más tenaz sea tu paciencia, más segura será tu recompensa.

No existe ningún gran logro que no sea el resultado de un trabajo y de una espera pacientes.

La vida no es una carrera. Ningún camino será demasiado largo para ti si avanzas deliberadamente y sin prisa.

Evita, como la peste, todo carruaje que haga un alto para ofrecerte un rápido viaje a la riqueza, la fama y el poder. La vida tiene condiciones tan duras, hasta en sus mejores momentos, que las tentaciones, cuando hacen su aparición, pueden destruirte. ¡Camina.! Puedes hacerlo.

La paciencia es amarga, pero su fruto es dulce.

Con paciencia puedes soportar cualquier adversidad y sobrevivir a cualquier derrota.

Con paciencia puedes controlar tu destino y tener lo que desees.

La paciencia es la clave de la satisfacción para ti y para los que deben vivir contigo. Comprende que no puedes apresurar el éxito del mismo modo que los lirios del campo no pueden florecer antes de la estación.

¿Qué pirámide se construyó alguna vez si no fue piedra sobre piedra? ¡Cuán pobres son los que no tienen paciencia! ¿Qué herida sanó alguna vez a no ser poco a poco?

Todos lo inapreciables atributos que los hombres prudentes proclaman como necesarios para alcanzar el éxito, son inútiles si no tienes paciencia. El ser valiente sin paciencia puede matarte. El ser ambicioso sin paciencia puede destruir la carrera más prometedora.

El esforzase por alcanzar la riqueza sin paciencia no hará sino separarte de tu magra bolsa. El perseverar sin paciencia es siempre algo imposible. ¿Quién puede dominarse, quién puede perseverar sin la espera que es uno de sus atributos?

Empléala para robustecer tu espíritu, para dulcificar tu carácter, para calmar tu enojo, para sepultar tu envidia, abatir tu orgullo, refrenar tu lengua, contener tu mano y entregar todo su ser, a su debido tiempo, a la vida que mereces.

Desconozco su autor


sábado, 28 de febrero de 2015

Las flores

Un hombre trabajaba en una fábrica distante cincuenta minutos de ómnibus de su casa. En la siguiente parada subía una señora anciana que siempre se sentaba junto a la ventana. Ella abría la bolsa, sacaba un paquetito y se pasaba todo el viaje arrojando alguna cosa para afuera. La escena siempre se repetía y un día, curioso, le preguntó qué arrojaba por la ventana.

- Tiro semillas, respondió ella.

- ¿Semillas?, ¿De qué?

- De flores. Es que veo para afuera y la calle está tan vacía... me gustaría poder viajar viendo flores coloridas por todo el camino. ¡Imagine cuán bello sería!

- Pero las semillas caen sobre el asfalto, son aplastadas por las ruedas de los autos, devoradas por los pájaros... ¿Cree usted señora que las semillas germinarán a la vera de la calle?

- Así es hijo mío. Aunque muchas se pierdan, algunas acaban cayendo en la tierra y con el tiempo van a brotar.

- Aún así... demorarán en crecer... necesitan agua...

- ¡Ah! Yo hago mi parte. Siempre hay días de lluvia. Y si alguien arroja semillas, las flores nacerán...

Diciendo esto, se dio vuelta hacia la ventana. El hombre quedó pensando que la señora estaba senil.

Un tiempo después, en el mismo ómnibus, el hombre al mirar para afuera vió flores en la vereda del camino... muchas flores. El paisaje colorido, perfumado y lindo. Se acordó entonces de la señora. La buscó en vano. Le preguntó al chofer que conocía a todos los pasajeros del viaje.

- ¿La viejita de las semillas? Pues murió hace cerca de un mes.

El hombre se volvió a su asiento y continuó mirando el paisaje florido por la ventana.

- Quién diría... ¡las flores han brotado! Pero ¿de qué le valió su trabajo? ¡Murió y no pudo ver toda su belleza!

En ese instante oyó risas de criaturas. En el asiento de enfrente, una niña señalaba por la ventana entusiasmada.

- ¡¡¡Mira qué lindo!!! ¡Cuántas flores por la calle! ¿Cómo se llaman aquellas?

Entonces entendió lo que aquella señora había hecho: Aunque no estaba ahí para ver, hizo su parte... dejó su marca, la belleza por la contemplación y felicidad de las personas.

Al día siguiente, el hombre subió al ómnibus, se sentó junto a la ventana, sacó un paquetito de semillas del bolso... y así dio continuidad de la vida, sembrando con entusiasmo y alegría sus semillas.

El futuro depende de nuestras acciones presentes. Si sembramos buenas semillas, los frutos serán igualmente buenos.

¡Vayamos a sembrar nuestras semillas ahora!

Desconozco su autor


lunes, 23 de febrero de 2015

Ciento por uno

Iba yo por el camino de la aldea, cuando tu carroza apareció a lo lejos, magnífica y resplandeciente. Y al pasar junto a mi se detuvo. Entonces tú me miraste a los ojos y bajaste sonriendo. Sentí que me invadía la felicidad de la vida y pensé que las penurias de mis días malos habían terminado.

Más luego tú me tendiste tu diestra y me dijiste: "¿Puedes darme alguna cosa?" ¡Ah, que ocurrencia la de tu realeza, pedirle a un mendigo! Yo estaba confuso y no sabía que hacer, entonces saqué lentamente de mi saco un granito de trigo y te lo di.


Pero que tristeza la mía, cuando al caer la tarde y vaciar mi saco en la arena, encontré un granito de oro en la miseria del montón. Qué amargamente lloré el no haber tenido corazón, para darme todo.

R. Tagore


¡Apunta alto!

Un maestro quería enseñarles una lección especial a sus alumnos, y para ello les dio la oportunidad de escoger entre tres exámenes: uno de cincuenta preguntas, uno de cuarenta y uno de treinta.

A los que escogieron el de treinta les puso una "C", sin importar que hubieran contestado correctamente todas las preguntas.

A los que escogieron el de cuarenta les puso una "B", aun cuando más de la mitad de las respuestas estuviera mal. Y a los que escogieron el de cincuenta les puso una "A", aunque se hubieran equivocado en casi todas.

Como los estudiantes no entendían nada, el maestro les explicó: "Queridos alumnos: permítanme decirles que yo no estaba examinando su conocimiento sino su voluntad de apuntar a lo alto".

Nuestra meta como seres humanos debe ser siempre ¡apuntar a lo alto!, no solamente en nuestros proyectos de vida tales como profesión, estudios, negocios etc., sino también fijarnos la meta en aquello que tiene aún más valor.

Desconozco su autor

sábado, 21 de febrero de 2015

Sé valiente

Cada vez que veía fotos de hombres lanzándose desde un avión, el joven sentía la necesidad interior de estar entre ellos. Quería ser paracaidista.

-¿Por qué ellos sí y yo no? -se decía.

Lo primero que hizo fue conseguir un instructivo sobre diversos tipos de paracaídas. Después inició y concluyó un estudio comparativo de aviones modernos. Como se dio cuenta de que ignoraba muchas cosas, decidió estudiar también un Master en caída de cuerpos, atracción de masas y fricción. Concluyó su preparación con un año de estudios meteorológicos y movimientos de corrientes de aire.

Por fin, cuando se sintió preparado, eligió cuidadosamente el avión. Era un bimotor que aún seguía en uso y tenía buen aspecto.

Al despegar le dijo al piloto que se dirigiera al punto que, ya antes, le había señalado en el mapa con una regla y un compás. El momento se acercaba y al elevarse el avión, el joven sentía más y más el vértigo entusiasmante de volar.

Por fin, cuando se encontraban a la altura perfecta se levantó del asiento, abrió la escotilla y sintió el viento helado en la cara. Permaneció allí unos instantes llenando los pulmones con el puro azul del cielo...

Pero no saltó.

Cerró la escotilla y mandó aterrizar. Había olvidado que para saltar hace falta una cosa más. Ser un valiente.

Conozco a quienes pasan la vida preparándose para una tarea; buscan métodos novedosos y consejeros de todo tipo pero, llegado el momento, no la culminan.

El miedo es tu enemigo, el coloca alrededor tuyo una fría jaula de oro hecha con dudas, tristeza y resentimiento. No le tengas miedo a la vida porque desde que naces formas parte de ella. Siéntete orgulloso de tu libertad, nunca tengas miedo a hacer realidad tus sueños.

Sólo debes temer al miedo, si le permites que se adueñe de tu vida te condenarás a contemplar desde la lejanía "lo que podría haber sido y nunca fue".

Desconozco su autor


domingo, 15 de febrero de 2015

Las críticas son buenas semillas

Cuando tenemos una buena noción de quién y de cómo somos no necesitamos de elogios.

Las críticas siempre son escalones útiles para nuestro ascenso. Es necesario saber usarlas con discernimiento y sacarles el mejor provecho.

Nada sacamos del elogio, a no ser el incentivo para continuar haciendo lo que hacemos. Pero siempre de la misma manera. ¡Nada cambia! ¡Nada crece!

La crítica es todo lo contrario. Al principio nos choca, nos sacude, unas veces de rabia, otras de inseguridad y de miedo. Pone en nuestra boca el sabor amargo de la frustración y de la falta de auto-confianza. Pero eso ocurre cuando somos débiles.

A los fuertes no les impactan negativamente las críticas y las ven como desafíos para volverse mejores. Son poderosas palancas para llevarnos a "actuar de otra manera", para el cambio de ruta, para salir de la rutina y del tedio.

Quien solo se satisface con elogios nunca saldrá del lugar donde se colocó.

Quien confronta las críticas siempre estará en paz con su ego y, aún mejor, con su Alma, que desea la evolución, que aplaude la libertad de cambiar, de saltar de un polo para el otro.

Los elogios son buenas y confortables poltronas. Las críticas son terrenos pedregosos donde caminamos descalzos, pero que nos dan la oportunidad de batallar para alcanzar - un día - lo mejor de nosotros, pues nunca faltan hipócritas para aplaudir incluso lo peor que tengamos.

Observa la crítica con buenos ojos. Es la que puede hacerte salir de la zona de comodidad, levantarte, sacudirte y liberarte del moho del pasado.

Ponte cara a cara contigo mismo. Filtra las críticas y escoge aquellas que pueden - positivamente - ayudarte a reconstruirte.

No existe crítica constructiva. Por mala que nos parezca, cambiando la interpretación, ¡Toda crítica es reconstructiva!

"Confía más en una crítica que en una adulación: los aduladores viven de favores".
Silvia Schmidt

La carreta

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

Estoy escuchando el ruido de una carreta.

Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía.

Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos?

Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.

Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.

Y nadie está mas vacío que aquel que está lleno de sí mismo.

Desconozco su autor


jueves, 12 de febrero de 2015

El puerco espín

Durante la Era Glacial, muchos animales morían por causa del frío. Los Puercos Espin, percibiendo esta situación, acordaron vivir en grupo, así se daban abrigo y se protegían mutuamente.

Pero las espinas de cada uno herían a los vecinos más próximos, justamente a aquellos que le brindaban calor. Y por eso, se separaban unos de otros. Pero volvieron a sentir frío y tuvieron que tomar una decisión: o desaparecían de la faz de la tierra o aceptaban las espinas de sus vecinos.

Con sabiduría, decidieron volver y vivir juntos.

Aprendieron así a vivir con las pequeñas heridas que una relación muy cercana les podía ocasionar, porque lo que realmente era importante era el calor del otro y sobrevivieron.

Moraleja: La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas (no existen), es aquella donde cada uno acepta los defectos del otro y consigue perdón por los suyos propios.

Desconozco su autor


miércoles, 11 de febrero de 2015

Yo le he dicho mil veces

Esta expresión, al parecer, envía un mensaje positivo, pues preocuparse por uno es bueno. Y también brinda la imagen de que a quien se le está diciendo no se preocupa por ella misma, y por eso la otra persona se lo ha repetido en infinidad de ocasiones. Nada más lejos de la verdad.

Quien la pronuncia generalmente es alguien no preocupado por sí mismo y en la responsabilidad familiar que tiene (la madre o el padre) considera que cumple su papel pidiéndole a sus hijos que se preocupen por sus vidas, cuando él no ha sabido hacerlo. Esto es una falta de respeto doble, a sí y a los hijos.

Y sucede que la conducta de las figuras significativas, como son los padres, los maestros, los dirigentes o jefes, tiende a servir de modelo imitable. Si no se preocupa por usted es risible pedirle preocupación a su descendencia cuando ese no es el mensaje que le transmite su proceder cotidiano.

Pero hay más, ese llamado de atención encierra el famoso mensaje de "Haz lo que yo digo y no lo que yo hago", que es inmoral, pues exigimos para los demás lo que no consideramos para nosotros. Y cuando son los hijos quienes escuchan esto, conocedores de sus padres, el efecto es muy desagradable pues quieren hacerles creer algo negado por su propia experiencia.

No le pida a sus hijos que se preocupen por ellos. Preocúpese por usted. Tenga en cuenta que es la persona más importante de su familia, porque si usted no funciona bien, ello será una preocupación para sus seres queridos, pues no podrán funcionar como cuando todo se desarrolla normalmente.

Preocúpese de su salud física y mental, para que ellos lo imiten. Preocúpese de sí mismo y podrá llamarles la atención en el momento en que descuiden este aspecto y lo más significativo, tendrá toda la autoridad moral para hacerlo.

Si no lo hace de forma sana, sus seres queridos tendrán muy pocas posibilidades de ocuparse de ellos porque la mayor parte del tiempo lo tendrán que dedicar a los problemas de usted.

Evite, pues, reclamar atención sin necesidad, mecanismo utilizado con mucha frecuencia por personas con una ilimitada necesidad de afecto.

Ellas les piden a sus seres queridos que se preocupen por sí mismos y cuando éstos se disponen a hacerlo, le surgen al aconsejante problemas, como una descomposición estomacal repentina, una migraña insoportable, un incremento de la presión arterial no comprobada, o muy cercana a las cifras habituales, un malestar impreciso, en fin, cualquier queja que evitará a los demás realizar sus planes. En fin, les piden que se preocupen por sus vidas, pero en realidad no los dejan hacerlo.

©Sergio Andrés Pérez Barrero


lunes, 9 de febrero de 2015

Perfeccionismo

Una de las virtudes-defecto que mayor miedo me producen es el perfeccionismo.

Es una virtud porque, evidentemente, lo es el tender a hacer las cosas perfectas y es un defecto porque no suele contar con la realidad de que lo perfecto no existe en este mundo, que los fracasos son parte de toda vida, que todo el que se mueve se equivoca alguna vez.

He conocido en mi vida muchos perfeccionistas. Son, desde luego, gente estupenda. Creen en el trabajo bien hecho, se entregan apasionadamente a hacer bien las cosas, e incluso llegan a hacer magníficamente la mayor parte de las tareas que emprenden.

Pero son también gente un poco neurótica. Viven tensos. Se vuelven cruelmente exigentes con quienes no son como ellos. Y sufren espectacularmente cuando llega la realidad con la rebaja y ven que muchas de sus obras, a pesar de todo su interés se quedan a mitad de camino.

Por eso me parece que una de las primeras cosas que deberían enseñarnos de niños es a equivocarnos.

El error, el fallo, es parte de la condición humana, hagamos lo que hagamos, habrá siempre un coeficiente de error en nuestras obras.

No se puede ser sublime a todas horas. El genio más genial pone un borrón y hasta el buen Homero dormita de vez en cuando.

Así es como, según Maxwel Brand "todo niño debería crecer con la convicción de que no es una tragedia ni una catástrofe cometer un error". Por eso en las personas siempre me ha interesado más el saber cómo se reponen de los fallos que el número de fallos que cometen.

Ya que el arte más difícil no es el de no caerse nunca, sino el de saber levantarse y seguir el camino emprendido.

Temo por eso la educación perfeccionista. Los niños educados para arcángeles se pegan luego topetazos que les dejan hundidos para largo tiempo. Y no pequeño porcentaje de amargados de este mundo surge del clan de los educados para la perfección.

Los pedagogos dicen por eso que es preferible permitir a un niño que rompa alguna vez un plato y enseñarle luego a recoger los pedazos, porque "es mejor un plato roto que un niño roto".

Es cierto. No existen hombres que nunca hayan roto un plato. No ha nacido el genio que nunca fracase en algo.

Lo que si existe es gente que de sus errores sólo saca amargura y pesimismo.

Y sería estupendo educar a los jóvenes en la idea de que no hay una vida sin problemas, pero lo que hay en todo hombre es capacidad para superarlos. No vale realmente la pena llorar por un plato roto, se compra otro y ya está.

Lo grave es cuando por un afán de perfección imposible, se rompe un corazón. Porque de eso... no hay repuesto en los mercados..

Desconozco su autor

lunes, 26 de enero de 2015

La riqueza

La riqueza no depende de los dineros que hayas acumulado.

- El que tiene riquezas y no sabe ayudar al prójimo, es pobre.
- El que guarda con avidez los dones recibidos de Dios, es pobre.
- El que no sabe decir ni una palabra de aliento ni mostrar una sonrisa que estimule: es pobre.

Pero el que, teniendo poco o absolutamente nada, sabe darse para ayudar al prójimo, ése es rico, inmensamente rico.

Desconozco a su autor

jueves, 22 de enero de 2015

¡La felicidad no es inalcanzable!

Hay personas que nunca pueden ser felices porque dejan que su felicidad dependa de mil y un detalles Personas que tienen en sus vidas el miedo al mañana ya incrustado!
La felicidad a veces nos pasa al lado y ni siquiera la vemos!

Aprende a sentirla, a valorarla, a descubrirla!

Los problemas, las angustias, la incomprensión y el desespero son cuestiones pasajeras. Todo pasa!

Mañana cuando vuelva a salir el sol verás más claro tu camino y la tormenta de ayer te parecerá tonta y sin sentido!

Sé feliz todos los días. Tienes miles de motivos para serlo cuenta todas tus bendiciones y te sorprenderás!

Disfruta a diario cada momento. Ríe, sí Ríe, mucho! no permitas que la tristeza se pose en tu rostro!

La felicidad no es inalcanzable, está a tu lado todos los días.

Sólo debes descubrirla y no dejarla escapar!

La felicidad se compone de tantas partes que siempre faltará alguna.

No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices!

Felices los pobres, felices los que lloran, felices los pacientes.

Felices los hambrientos y sedientos, felices los compasivos.

Felices los de corazón limpio, felices los pacificadores y felices los que son perseguidos!

Desconozco su autor